Diario de un joven norte-americano detenido en Chile: durante el período revolucionario de 1817 a 1819

- 121 - haran reir pero iiurica sonrojar & naclie. En pequefia escala, todos son coiiier- ciantes, puesto que constaiitenientc lo pa- san en ncgocios y regateos. Propianieiite no guardan iiada fijo en siis casas 6 en s m p;psotljs, y no Iiay iiada tanipoco que ten- gan 6 conipren q u e en ciialquier nionieiito no ester1 dispuestos k venderlo, si en ello lograii una gaiiancia, por peqiieiia que sea. En el campo con niucliisinia frecuencia. esthn envialitlo de una estaiicia a otra B coniprar, por un niedio 6 tres cuartillos, objetos de c411e iino carece y que otro posee. E n la ciudad, las casas, casi sin excepcibn alguna, tienen coni0 aiiexo un pequeiio tlespacho en que el propietario, cualqiiiera que sea SII estndo 6 condici6n social, ofrece en venta por temporadas 10s articulos que produce. E n esta tierra, qiie delje tlccirse cinien- tada sobre plata y oro, cl dincro es relati- vamente escaso, y su influijo iiifinitaiiiente mas irresistible que en iiuestro pais, y esto, segiiii deduzco, no s6lo pasa hoy sino que siempre lia sido asi. El tkrniino incclio de 10s jornales no l i s cambiado con 10s tienipos: un hombre fiierte y entendido, ha podiclo siempre, coni0 puede hoy, contratarse por doce y

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=