Industria fonográfica chilena

26 en' su aspecto material; pero no asegura mayor grabación y circulación de creaciones nacionales. Por tanto detener o gravar las importaciones de cassettes sería insuficiente y habría que analizar si conviene, además, fijar a los sellos editores una cuota de grabación con creaciones e intérpretes n a c i o n a l e s . Los sellos editores nacionales enfrentan la difícil realidad del reducido mercado chileno. La exportación de fonogramas parece un camino inseguro y vacilante: todos los países p r o ­ tegen más o menos su industria grabadora. Lo único realista y tecnológicamente factible es la "explotación del talento creador nacional" y su fonograbación en cada país o región de acuerdo a las condiciones existentes. Esta es la p r á c t i ­ ca de las industrias fonograbadoras transnacionales. A los sellos nacionales no parece ofrecérsele más posibilidades de existencia que su constitución en asociaciones mu lt i n a c i o n a ­ les h i s p an o- la ti noa me ri ca na s. En la 5a. fase, el consumo privado de música grabada indus­ trialmente se acrecentará en relación a una mayor disponibí lidad económica. Pero también dependerá de la capacidad de articular las grabaciones musicales con medios masivos-: re­ vistas y prensa, radio y TV. Cuando existe una vigorosa creación musical y grabación fono gráfica, también se constituye una prensa especializada en

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