Transformaciones de la industria musical en Chile

'■rto programamos música chilena porque no hay sintonía. Hay poca variedad,, se repite, porque no se este' grabando. Cuan­ do salió el !neofolKlore: las radios lo tocaron por la nove ciad que significó. Hoy cía si hay renovación en el Canto Huevo, pero no graban. Aunque.,, en verdad, ahí hay otro ti­ po de presiones. Y, aunque no existe una prohibición explí­ cita, a veces el público es más papista que el Papa. Una vez programé un disco de Patricio hanns(Arriba en la cordi­ llera) y llamó un señor indignado porque tocábamos a 'comu­ nistas'. Huronees; uno se impone una autocensura". Otro programador --en este caso de radio 1 /;-- coincidía con la apreciación anterior; "Sólo rara vez se programan cantantes chilenos 'tradicio­ nales". Con respecto al Canto Huevo, personalmente encuen tro fantástico lo que están haciendo...pero allí hay pro - blemas de censura". En el caso de la televisión, el fenómeno es más o menos simi­ lar. En ella, si óien no existe dependencia respecto del ma­ terial grabado, si existe dependencia respecto del artista, es decir, de la existencia de 'figuras nacionales1 suficientes para satisfacer la creciente demanda. Como veíamos, las horas de emisión mentar --al menos, cuantitativamen extensión de las horas diarias de hay que agregar otro, derivado del triceión que experimentan los cana ducción de programas nacionales(37 de desate de corte político o indo ce a enfatizar áreas 'no conflict! encuentran los programas de divers mente, los musicales. En efecto, damente, se produce un alza en la sicales en TV musical en debieran au- te-- corno consecuencia de la programación. A este factor contexto político, la res- les de TV en términos de pro ), especialmente programas rmativo, lo cual les condu-- vas', entre las cuales se ión, culturales y, natural- a partir de 1977 aproxima- producción de programas mu-

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