La artesanía urbano marginal

87 Por lo general comprobamos que los expositores de las ferias artesanales son bastante heterogéneos. En repetidas ocasiones se encuentran ferias "muy pintorescas" que mezclan los stand de expositores de la forma menos ade­ cuada menos adecuada y absurda, que rebela la más abso'Íútá: ignorancia y un total desconocimiento y desprecio por la^ ca­ lidad artesanal, y el oficio. No es raro encontrar por ejemplo un stand de flores y frutas de plástico al lado de una artesana de rari, o un vendedor de ponchos y colchas de La Ligua al costado de un artesano jo yero en lapizlázuli, el colmo de la incongruencia mercantilis ta es encontrar un stand de bromas de plástico exponiendo hue vos fritos, excrementos .y dedos cortados al ládo''de un arte­ sano en cobre y bronce.. El caso de los complejos turísticos como "Los Gbaneros del Alba" es un fenómeno muy particular dentro del criterio mer­ cantil. Existe allí todo un escenario inteligentemente cons­ truido y diseñado para un público que busca el:pintoresquismo, l'o raro, lo nuevo y todo aquello que lleva el selló y el bar riiz de la moda naturista ecológica y autóctona. Este escena­ rio preparado en el qual el artesano no tiene ni voz ni d'eci sióñ, y donde pasa a 'ser otro implemento de la escena, es uñ tipo muy frecuente de feria urbana contemporáneo. Dentro de los marcos y estructuras económicas capitalistas el artesano urbano en Latinoamérica en Europa o en Norteamérica, es una mercancía, sin embargo, el problema es doblemente a­ gudizado aquí en Chile donde el artesano no tiene aún repre- sentatividad como gremio a fin de reivindicar y defender sus derechos y objetivos.

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