La artesanía urbano marginal

75 Dadas las¡ condiciones imperantes en el país los objetivos del programa de talleres carcelarios se mantienen vigentes y el cumplimiento de.este apoyo es un aporte más a la defensa de los Derechos Humanos. La compra semanal de la Vicaría es el único medio que permite a los presos costearse "la carreta". Pese a que últimamente se advierte una baja en las ventas de artesanía al exterior, se ha podido mantener un fondo que ase gura el apoyo a los talleres. 5. Los talleres en la cárcel. El conocimiento directo de los talleres es obviamente difícil; en contados casos se consigue la autorización a través del ca­ pellán. Normalme.nte los encargado directos de los Talleres Carcelarios que son funcionarios de la Vicaría realizan visi­ tas mensuales o trimestrales como simples familiares de . los presos, para imponerse de los problemas que enfrentan. El taller en la cárcel no tiene ninguna facilidad para el tra bajo. El tiempo bueno se pone un mesón en el patio para tra­ bajar. En invierno se trabaja en la celda y se ocupa en el día el camarote de abajo como mesón de trabajo. Las herramientas son precarias y hechas de-cualquier material que se recupere.. Hay herramientas que están prohibidas; por lo tanto, se debe aguzar la creatividad para inventar los úti­ les más necesarios. Para el trabajo del cobre por ejemplo se requiere calentar el metal lo que se hace con vela o un peque­ ño mecherito artesanal. Las limas no se conocen, se pule so­ bre las asperezas del muro. Todo se adecúa a las necesidades. Un número grande de presos se dedica a fabricar pequeños obje­ tos (cruces, palomas, collares) de hueso, utilizando el hueso del "puchero" del almuerzo. Lo trabajan con pequeñas herra - mientas de clavos y tornillos viejos.

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