La artesanía urbano marginal

24 En una segunda etapa se comenzó un curso sobre diseño y color, pues a juicio de la instructora las señoras usaban combinado nes de color contrapuestas a todo sentido común, obteniendo 'resultados mediocres a fuerza de coser rosados con verde o personajes de color claro sobre.fondo claro. Así, muchas de aquellas, mujeres que apenas habían cursado los primeros cursos de primaria, tuvieron que emprender el largo camino de contradecir y acallar sus impulsos naturales para comenzar un aprendizaje racional sobre color y diseño, que les imponía tareas de confección de arpilleras abstractas o figurativas en tres colores primarios o complementarios. Estos intentos no fueron nunca comprendidos en profundidad; menos aún fueron asimilados los conocimientos sobre perspec­ tiva. Las señoras continuaron combinando amarillo con rosado y la perspectiva no mejoró. Pero al menos se consiguió un re latiyo perfeccionamiento técnico y las arpilleras mejor ter­ minadas y diseñadas se vendían mejor. Se les enseria posteriormente a observar y mirar lo típico y popular de nuestra cultura urbana, se les motiva en la bús­ queda de lugares y monumentos urbanos tradicionales (Iglesias) Dadas las circunstancias de competencia,comercialización y la controvertida prohibición de los temas de denuncia, la te mática del campo y la población comienzan a agotarse. Durante tres arios se les impartió cursos de 3 horas de capa­ citación semanal obligatoria. Actualmente el proyecto de for mación ya terminó. Los talleres están hoy en una etapa que la Fundación llama "de acompañamiento" previa a la total au­ tonomía. Después de una reflexión honesta y profunda surge la siguien te pregunta; ~ ¿Es posible ensenar al poblador marginal una forma de expre­ sión contraviniendo su propio sentir expresivo, sin caer en actitudes paternalistas y autoritarias?

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