La novela chilena : 1974-1984
35 Atacan pues los lacayos, y ante la inminencia de la derrota, antes de ser muerto, Adriano en su último discurso reafir- . ma su derecho. Los nativos, qu^jhabían sido invitados a vivir en la casa, son perseguidos-, fusilados. Adriano mismo muere acribillado. Algunos nativos logran escapar cruzan do las montañas. Y es Juan Pérez, a cargo del aparato re presivo, quien destrozabas manos de Francisco de Asis. Si gue pues el salvajismo de la contrarevolución, el comienzo del exilio, dice el narrador. El mayordomo, por su parte, dice que nada ha pasado, ni siquiera el tiempo, que se de tuvo, cuando partieron los adultos, y por eso intenta anular el día y la noche, y la noción de ciclo y transcurso. La historia sólo volverá con los amos, y por ahora se usan le yes para crear la realidad. Los niños no son libres en este estado de cosas. Juvenal, disfrazado de Marquesa, como es homosexual, pretende a Cos me, el cual por negarse es tomado preso, torturado, desfi gurado, y hecho desaparecer en las mazmorras de la casa. Re clama por ello Anabela y también ella desaparece. Wences lao, que ha liberado a Adriano, está escondido underground, y Amadeo le ayuda con alimentos. Tampoco son libres los a dultos una vez que el precario orden se ha restablecido. Los. Ventura no son libres frente a los extranjeros. Juan Pérez logra estirpar la antropofagia y quisiera ser como los Ventura, de la misma manera que los Ventura quisieran ser como los extranjeros. El grupo subalterno siempre quiere parecerse a los amos. Los extranjeros por su parte odian tanto a los nativos que quieren hacerlos desaparecer del pro ceso productivo mediante la modernización industrial de las faenas. Los extranjeros finalmente; critican a los Ventura por ser subjetivistas. Antes de concluir la novela, se revela que el piano^ nobile, antes de la represión, controla los alimentos, que p^auro extrema su proletarización y se va a vivir en las chozas de los nativos, que Adriano es una mezcla de debilidad y auto ritarismo, y que las soluciones de aorir las bodegas a to dos no sirvió finalmente. Todo comienza a acabarse cuando el piano .nobile empieza a complotar, torturando e incitando a los niños a la vez. Pronto llegarán los laca!los y será el tiempo de la sangre.
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