Aprendizaje Servicio en la Educación Superior Chilena
85 Así es. La relación entre el modelo de aprendizaje, la calidad en la formación profesional y el compromiso con la sociedad son ejes que no solo conciernen a procesos formativos, sino más profundamente a la vocación personal. Un académico o profesor, un joven estudiante, se cuestiona y se pregunta por el modelo formativo, porque en esos caminos se juega una cuestión personal, existencial y espiritual, como es el íntimo sentido de la vocación, es decir, la reflexión por nuestro sentido en el mundo. De seguro existen muchos profesionales, como estudiantes, tal vez, que ejercen sin un sentido de vocación y otros que entregan un claro testimonio de que el trabajo realizado responde a la vocación elegida. En ambos casos la responsabilidad profesional no está en duda. ¿Cuál es la diferencia que se pretende establecer, entonces? Tal vez es simple. La vocación siempre añade la permanente pregunta por la coherencia y adecuación entre el proyecto de vida personal y el proyecto de vida profesional. No hay dicotomías entre ambas. Solo se deja establecido que esta tensión sugiere y suscita la reflexión ética, que es la pregunta por la responsabilidad con el mundo, con los otros, con aquellos que constituyen el prójimo. En este contexto, se comienza a descubrir y construir una definición de A+S y su pertinencia en la formación de la vocación profesional de los estudiantes, como la formación permanente de un académico, profesor o personal de gestión. El aprendizaje servicio, se puede definir como aquella metodología que permite trabajar comunitariamente desde tres principios básicos: estudiantes y profesores, disciplina o saber y socio comunitario. Son estos tres componentes que advierten una real experiencia de A+S. Para una mejor comprensión se explica cada uno de los elementos mencionados. En primer lugar, los profesores, académicos o estudiantes. Se trata de identificar una comunidad que, al mismo tiempo que quiere aprender, también elige servir solidariamente. No se habla de estudiantes aislados ni de compromisos movidos por impulsos de caridad o de profecías emergentes. Se trata de visualizar un grupo humano, una comunidad de personas y de aprendizaje que quiere comprometer su construcción del saber desde una experiencia sistemática de servicio. Aquí, un énfasis: es una experiencia sistemática, es decir, planificada y evaluada en sus aprendizajes, productos y sustentabilidad. En segundo lugar se habla de la disciplina o saber. Consiste en el conocimiento que se debe aprender en una actividad curricular. Se refiere, concretamente, a los contenidos que componen una cátedra o asignatura. Pero, desde la experiencia del aprendizaje servicio (A+S) la construcción del conocimiento, o bien, la comprensión de los mismos contenidos, está lograda desde una experiencia de servicio. No hay distancia ni dicotomía en esto, pues la fórmula sería de: lo que se quiere aprender es posible alcanzarlo en una experiencia de servicio concreto. Dicho de otro modo, es entender que los contenidos de una disciplina, establecidos en un programa curricular, son posibles de aprender, sirviendo. Y, desde una mirada más profunda, es comprender que todo saber es posible construirlo en el trabajo práctico que es necesario para otros. El mismo CLAYSS ha reflexionado sobre esto diciendo que: “La especialización es la consecuencia de la producción de la investigación y del conocimiento dentro de la lógica de cada disciplina. La necesidad de obtener respuestas lleva a mayor especialización, perdiendo la
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