Aprendizaje Servicio en la Educación Superior Chilena
64 Servicio en una universidad. Por lo general el desafío lo asume, inicialmente, una carrera a la que se van sumando lentamente otras. Pensar en el Aprendizaje Servicio es proyectar un trabajo a mediano y largo plazo en el que los procesos de sistematización y evaluación son clave para una implementación gradual. Las evidencias permiten acumular conocimiento y generar los reportes suficientes para la toma de decisiones. Es crucial que cada institución pueda definir el tipo de registro y evaluación que requiere para sus propios fines. Las instituciones que asumen el compromiso de incorporar Aprendizaje Servicio en sus actividades curriculares tienen que pensar una orgánica que acompañe este proceso. En la experiencia de la Universidad Alberto Hurtado el proceso ha sido monitoreado inicialmente por el CREAS y luego, por el Centro de Ética y Reflexión Social. No obstante, esto no es suficiente. Un centro promotor fortalece los esfuerzos docentes y posibilita que las experiencias puedan tener mejores resultados, porque facilita la búsqueda de alianzas con socios comunitarios, asesora a las carreras en el mejoramiento de las planificaciones docentes, sistematiza y evalúa. Sin embargo, es preciso señalar que son las mismas carreras las que también deben contar con agentes promotores: docentes y/o estudiantes que impulsen el desarrollo del Aprendizaje Servicio, apalanquen recursos y generen alianzas. Eso permitirá la sostenibilidad de las iniciativas. Finalmente está la continuidad, ya que el tiempo de trabajo con los socios comunitarios que es posible a través de las asignaturas es acotado. ¿Cómo se puede pensar proyectos de Aprendizaje Servicio que vayan más allá del semestre académico? La temporalidad evidentemente afecta la percepción de logro de los objetivos propuestos. Ante esto, es preciso revisar todas las posibilidades que ofrece la Universidad en materia de vinculación con el medio y darle continuidad a proyectos que, sin duda, se hacen insuficientes con la cobertura que el curso puede ofrecer. Es preciso señalar queestas reflexiones noagotanel tema. Por el contrario, abrenuna seriede inquietudes respecto a las formas que actualmente ha adoptado este enfoque pedagógico para insertarse en las comunidades y responder a las necesidades sociales. Estas reflexiones pretenden contribuir a remirar las prácticas de Aprendizaje Servicio en Chile. Referencias Bibliográficas Asociación de Universidades Jesuíticas de Latinoamérica (2014). Políticas y sistema de autoevaluación y gestión de la responsabilidad social universitaria en AUSJAL – 1a ed. – Córdoba: EDUCC – Editorial de la Universidad Católica de Córdoba Caire, M. (2015). Cinco buenas prácticas para conformar una sociedad de aprendizaje servicio. RIDAS, Revista Iberoamericana de Aprendizaje Servicio, 1, 144-149. DOI 10.1344/RIDAS2015.1.10 http://revistes. ub.edu/index.php/RIDAS/article/view/ridas2015.1.10/14805 Caire, M. (2015) Evaluación de proyectos de aprendizaje servicio según la percepción de estudiantes y docentes UAH. En Actas de III Jornada de Investigadores sobre aprendizaje-servicio 2015. http://www. clayss.org/3jornada/Libro_IIIJIA-S.pdf
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