Aprendizaje Servicio en la Educación Superior Chilena

34 que declara explícitamente contar con un mecanismo formal que incentiva la participación de los estudiantes en actividades de A+S, quienes tienen la posibilidad de postular a fondos concursables para adquirir financiamiento para sus proyectos de intervención. En este sentido, la Dimensión III sobre la participación de los estudiantes en actividades de A+S se encuentra aún en una primera etapa de institucionalización, considerada como la etapa de Creación de masa crítica, ya que la vinculación entre estudiantes y la metodología es aún débil. La Dimensión IV, sobre la participación y asociación con socios comunitarios se reconoce como la dimensión con menor nivel de desarrollo, siendo la vinculación con los socios comunitarios un desafío declarado por la mayoría de las instituciones. Los ítems abordados en esta dimensión corresponden a la sensibilización de los socios comunitarios sobre el proyecto educativo de A+S, liderazgo y voz de representantes de socios comunitarios y entendimiento mutuo sobre las necesidades, recursos y tiempos del otro. Exceptuado este último ítem, que podría ser posicionado en la etapa II de Construcción de calidad, los otros dos están débilmente desarrollados, quedando en la etapa I de institucionalización: Creación de masa crítica. La Escuela de Enfermería de la Universidad Austral presenta una importante vinculación de más de diez años con sus socios comunitarios, trabajando en la sustentabilidad de esta relación. La Pontificia Universidad Católica es, también, otro ejemplo de una relación de mayor vinculación y presencia de los socios comunitarios en el proyecto educativo. Según estos resultados, la asociación que existe con los socios comunitarios y la participación de ellos en la planificación estratégica del proyecto se encuentra en la etapa I: Creación de masa crítica. Finalmente, considerando la quinta dimensión de la rúbrica de institucionalización, sobre el apoyo institucional al Aprendizaje y Servicio, las condiciones con las que nos encontramos difieren según la experiencia de cada universidad. Mientras en algunos casos (PUC, UAH, UFRO, UCSC, UCSH, UDP, UST, UCT) existe un interés por el proyecto A+S desde las autoridades centrales de las instituciones, haciéndose cargo de la ejecución de este, así como de la creación de un equipo que apoye este proceso, en otras oportunidades son grupos de dos o tres docentes los que realizan el seguimiento de la ejecución del proyecto, e incluso, en algunos casos, estas labores recaen en cada docente que aplica la metodología A+S, según el desarrollo de cada curso impartido. El nivel de financiamiento para el desarrollo de las actividades es, también, bajo y depende de cada curso y de la facultad en la que está inserta la asignatura. Por último, en términos de la existencia de mecanismos formales de sistematización y monitoreo de los datos asociados a las actividades, son solo algunas las universidades que cuentan con un mecanismo establecido y sustentable. Por lo tanto, si bien hay algunos casos en los cuales el desarrollo de esta dimensión se encuentra más avanzado, a nivel general este es bajo, situándose en la primera etapa de institucionalización: Creación de masa crítica.

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