Aprendizaje Servicio en la Educación Superior Chilena
13 Introducción Desde las universidades, los académicos o docentes caemos en una especie de transe u obsesión por la escritura de artículos científicos, la que podríamos llamar como“articulitis”, que pretende contar nuestros descubrimientos relacionados con la disciplina o sobre nuestras experiencias de docencia. Nosotras, al igual que muchos docentes, también hemos padecido de “articulitis” y las primeras aproximaciones estuvieron orientadas a sistematizar la experiencia que habíamos acumulado en la implementación en aula del enfoque metodológico de Aprendizaje Servicio. Es así como nos embarcamos en el diseño de una serie de instrumentos de medición sobre los efectos esta metodología, con el objetivo claro de incorporar la mirada de los tres actores de la metodología: estudiantes, docentes y socios comunitarios. Al comenzar el año 2014, con el apoyo de nuestra ayudante de investigación -hoy socióloga-, Ana Yolanda Soto Acuña y de, en ese entonces colega, Tomás González Cifuentes, comenzamos el diseño de instrumentos de pre y postest para observar las percepciones de los estudiantes de pregrado de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile que participaran en una asignatura que implementara el Aprendizaje Servicio en su currículum. El año siguiente nos centramos en el segundo participante de esta metodología y, con mucha suerte, conseguimos la autorización de las investigadoras de la Universidad de Texas Courtney Cronley, Jaya Davis, Elissa Madden y Kathleen Murray para traducir, ajustar y aplicar un instrumento diseñado para conocer las percepciones y aplicaciones del Aprendizaje Servicio desde el punto de vista de los docentes. La limitación de la cantidad de docentes de nuestra facultad e, incluso, de nuestra universidad nos impedía lograr los criterios de rigurosidad científica que nos pedían los journals, lo que nos llevó a pensar en grande y desear conocer la percepción de los docentes de Chile. Paraembarcarnos enesteproyecto recibimos laayudademuchasmanosquenos impulsarony apoyaron: tuvimos el apoyo del Comité de Ética de nuestra facultad, cuyos integrantes revisaron el cuestionario, dándonos la aprobación; contamos con la adjudicación de un fondo de investigación interno de la Universidad de Chile, PROA, que nos permitió contar con una practicante de sociología, Catalina Garrido Higuera. La Red Nacional de Aprendizaje Servicio Chile (REASE) nos apoyó generosamente en la difusión del cuestionario a nivel nacional. Ese año, además, participamos en la III Jornada de Investigadores de Aprendizaje-Servicio, organizada por el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS) en Buenos Aires, donde no solo fuimos a presentar el diseño de nuestro Modelo Sistémico de Evaluación de Efectos del Aprendizaje y Servicio, sino que conocimos a un gran grupo de docentes y profesionales de centros de apoyo a la docencia que en diversas ocasiones, y con mucho esfuerzo, hacen posible la aplicación de esta metodología en sus aulas, con el objeto de enseñar mejor y que sus estudiantes obtengan un aprendizaje valioso lleno de cariño y servicio.
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