Judith Butler en Chile y en la Chile

72 – – 73 Judith Butler siempre ha insistido, a lo largo de su obra, en que “no bastará ninguna definición simple del género y que es más importante seguirle la pis- ta al término que elaborar una definición estricta y aplicable. El término “género” se ha convertido en el emplazamiento para la pugna entre varios inte- reses” 28 . Desde ya, Judith Butler es alguien que da cuenta de las ambivalencias y contradicciones que fisuran las categorías, realizando incesantes movi- mientos de ida y vuelta que le hacen revisar cons- tantemente su propio pensamiento. Como parte de estos movimientos de ida y vuelta en torno a la pertinencia de los términos que van reajustando permanentemente sus definiciones, la cita ante- rior de Judith Butler nos sirve para preguntarnos lo siguiente: frente al avance mundial de las ultra- derechas que tienen al feminismo como enemigo principal de sus campañas contra la “ideología de género”, ¿no valdrá la pena seguir defendiendo hoy la conquista teórica que representa para el fe- minismo la conceptualización del término “géne- ro” (por mucho que las teorías queer insistan en colocarlo bajo sospecha) para afilar nuevos usos tácticos que puedan ser movilizados en contra del neoconservadurismo? Tal como lo anota Judith Butler, el género se ha convertido hoy en el principal significado en dis- puta en el enfrentamiento de intereses que se da entre ultraderecha, neoliberalismo, feminismo e izquierdas. Si bien el feminismo no debe omitir la provocación y enseñanza de lo queer, no pare- ce oportuno abandonar hoy la categoría del gé- nero frente a las ofensivas neoconservadoras que anulan su potencial crítico re-naturalizando a los cuerpos y la familia en clave anti-feminista. Judi- th Butler sugiere, vigilante, que debemos aplicar toda nuestra inteligencia crítica en luchar enérgi- camente contra “toda forma de desactivación po- lítica del feminismo”, sin dejar de preguntarnos al mismo tiempo, autocríticamente , “cómo funciona el término feminismo, qué inversiones conlleva, qué objetivos consigue, qué alteraciones soporta” 29 . Este sería el nuevo desafío político del feminismo en tiempos en que se mezclan ambivalentemente, por un lado, la satisfacción por los avances ma- sivamente alcanzados a escala internacional (la huelga del 8M en Madrid, el movimiento Ni una 28 Op. Cit. P. 261. 29 Op. Cit. P. 256. “Si bien el feminismo no debe omitir la provocación y enseñanza de lo queer, no parece oportuno abandonar hoy la categoría del género frente a las ofensivas neoconservadoras que anulan su potencial crítico re-naturalizando a los cuerpos y la familia en clave anti-feminista”.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=