Judith Butler en Chile y en la Chile
INAUGURACIÓN DEL AÑO ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE En Internacionalización, entre muchas actividades impulsadas, pronto viene el primer Foro Chile-Ita- lia, hay un gran proyecto cultural con Argentina, hemos reforzado convenios con China, acabamos de lanzar el programa Data Analytics con MIT y he- mos recibido la visita del presidente de India, país que ha sido un gran colaborador en el proyecto ae- roespacial. Esta última visita, que nos honra, per- mitió realzar la imagen de Mahatma Gandhi y su legado, hoy más relevante que nunca, de hacer pri- mar el poder del espíritu por sobre el poder de la fuerza y el poder del dinero. Imposible, al respecto, no pensar en la historia reciente de las universi- dades chilenas, con sus intervenciones y desna- turalizaciones, y en la importancia de reivindicar el gran rol formativo y de compromiso social que constituye la esencia de la universidad. Hemos sido pioneros en incorporar nuevas tecno- logías. Un ejemplo notable es UAbierta, plataforma de cursos orientados a todos y todas los que quie- ran aprender en forma gratuita de conocimientos entregados por la Universidad de Chile. Recien- temente se dio inicio al curso “Introducción a las teorías feministas” que ha convocado la histórica cifra de 44.664 participantes. Impartido por un equipo de académicas de las Facultades de Cien- cias Sociales, Filosofía y Humanidades y el Insti- tuto de la Comunicación e Imagen, el curso cuenta con un 37 por ciento de estudiantes de regiones y un 36 por ciento de inscritos de otros países. Desde su inicio, en 2015, UAbierta ha contado con alrede- dor de 200.000 estudiantes, impartiendo cursos so- bre temas fundamentales para la realidad chilena como nutrición, envejecimiento, educación finan- ciera, desastres naturales, arte urbano, sexualidad, género, problemas migratorios, entre otros. Hemos echado a andar muy exitosamente pro- yectos de gestión, enseñanza online, Cero Papel y U-Datos. Pero debemos comprender, asumir y ac- tuar en consecuencia con el hecho de que la tec- nología representa hoy una dimensión aparte. Si la institución universitaria ha sobrevivido por si- glos es porque en sus roles tanto de acervo y ge- neración del conocimiento, como de transmisión de este y formación de las nuevas generaciones, se ha mostrado irremplazable. Y si esto fue así es porque siempre supo, y quién podría haber estado en mejores condiciones para hacerlo, incorporar tanto los avances tecnológicos como los nuevos paradigmas cognitivos. Hoy, las tecnologías de in- formación tienen que ser posicionadas no en la superficie sino en lo medular del quehacer univer- sitario. Esto instala una nueva situación que exige una reorganización sin precedentes de funciones y un correlato estructural que ubique a las tecnolo- gías de información en la prominencia y preemi- nencia que los tiempos demandan. En los últimos meses el Campus Andrés Bello ha vivido una gran potenciación que habrá de conso- lidarse este año. A la compra del ex-teatro Baque- dano y al inicio de la construcción de VM20 con su nuevo teatro sinfónico de 1.200 personas, se suma VM39, que será una expansión importante de la Facultad de Artes, el edificio esquina de VM61 y la construcción de un edificio para el Instituto de Educación. En ese sector donde ya están las fa- cultades de Derecho, FEN y FAU, se integrarán los Institutos de Asuntos Públicos, de Estudios Inter- nacionales y de Investigación Avanzada en Educa- ción, constituyendo un Núcleo de Políticas Públi- cas y Ciudadanía. “Se constituirá un polo cultural que incluiría al CEAC y a VM39 en torno a Plaza Italia, dicho sea de paso, un referente geográfico y social emblemático como ninguno. Se refuerza así un sello distintivo que nos enorgullece y que nos otorgan nuestra Orquesta, Ballet, Coro, Teatro, Museo de Arte Contemporáneo, MAPA y ahora la Plataforma Cultural”.
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