Judith Butler en Chile y en la Chile

INAUGURACIÓN DEL AÑO ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE actuación al que me refería al principio es un pro- ceso de constante y mutua retroalimentación, que impide que la teoría se convierta en una normativa rígida, en la medida en que es contrastada con la contingencia y la coyuntura. Lo que, por cierto, no implica una renuncia o una impugnación radical de toda normatividad, en desconocimiento de que somos precedidos y producidos como sujetos en la medida en que somos insertados y nos inserta- mos dentro de marcos normativos. Se trata de una normatividad crítica, que entiende precisamente, por una parte, que las normas son configuradoras de subjetividad, pero que en ese mismo alcance tienen sobre esta subjetividad una eficacia deter- minante, de sujeción. Por otra parte, en la medi- da en que la crítica incentiva la lucidez del sujeto acerca de esta eficacia sojuzgadora, posibilita y estimula la de-sujeción, la relación crítica del su- jeto con las normas en el contexto de su inserción concreta y siempre corpóreamente condicionada, corpóreamente actuada, en circunstancia, coyun- tura y urgencia. La crítica no es negativa ni destructiva: en ello insiste Judith Butler. Si acaso en alguno de sus momentos es destructiva, diría yo, lo es solo en la medida en que la afirmación de lo posible, de lo inanticipable, es decir, de un futuro, un porve- nir emancipado, hace necesario el desmontaje de aquello que lo impide, que lo ciega. La crítica es, esencialmente, una potencia afirmativa. Ayer decía Judith Butler: “Podemos, pues, bajo con- diciones de cambio climático y militarismo acre- centado, destrucción de la selva tropical e inten- sificación de la pobreza y la precariedad, violencia contra inmigrantes, mujeres, transexuales y tra- vestis, podemos llegar a la conclusión de que no hay futuro, o que el futuro parece ser simplemente

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