Judith Butler en Chile y en la Chile
INAUGURACIÓN DEL CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE ESTUDIOS EN FILOSOFÍA, ARTES Y HUMANIDADES migración? Pareciera que la familia heterosexual no solo asegura el significado de la masculinidad, sino también su pretendido predominio en la rela- ción con las mujeres, así como el carácter natural de esa jerarquía. La crítica de esa noción implica repensar los significados de hombre y mujer y de todas y todos aquellos que caen fuera de las cate- gorías binarias: ese es el trabajo crítico del género. Pero la crítica de jerarquías sociales que imponen desigualdad y explotación: ese, también, es el tra- bajo de la crítica, de la crítica del género y del po- der. Y si quienes viven fuera de las categorías tra- dicionales del género y la familia quieren vivir en libertad, hacer realidad sus deseos y sus relaciones sin ser marginados o criminalizados, esa también es una práctica en que la crítica toma cuerpo como un modo afirmativo de vida. Cuando la teoría feminista preconizó una brecha –una distinción– entre sexo y género buscó crear una apertura para la libertad, pero no una libertad o un poder que pretendiese asemejarse a lo divino. No, esta libertad es encarnada, está vinculada al deseo de hallar las condiciones en que la vida y el aliento y el movimiento sean posibles. Tal libertad jamás puede separarse de un mundo histórico lle- no de normas, expectativas e incitaciones acerca de lo que significa el género y cómo debiera vivír- selo. Como pensamiento y práctica crítica, las teo- rías de género abren posibilidades al pensamien- to, pero no prescriben una conducta sexual o un modo de encarnar el género. Por el contrario, como parte de un proyecto aca- démico y activista orientado a establecer mayor igualdad y libertad social, se opone también a la desigualdad, a las restricciones injustas y a la violencia. Los principios normativos que guían la investigación tienden a incluir la oposición a la desigualdad, a la pérdida injusta de la libertad, al racismo, al sexismo, a la transfobia y la homofobia. La censura y prohibición del género como teoría o movimiento es en sí un esfuerzo por restringir a la gente, especialmente a la gente joven, en el ejercicio de la libertad. Quiere aquella mantener como un impensable la idea de una diversidad de género, desterrar de los pensamientos y la imagi- nación de cada cual –de los libros, los films y la vida cultural que uno tenga– el pensamiento de la variación sexual y la compleja relación del género con una vida encarnada vivible. Como sabemos, ser capaz de pensar libremente expande la aptitud “Pareciera que la familia heterosexual no solo asegura el significado de la masculinidad, sino también su pretendido predominio en la relación con las mujeres, así como el carácter natural de esa jerarquía”.
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