Notas sobre arte y movimiento social [1973-83]
3 La actividad artística, por su parte, fue también un elemento primigenio en la constitución de espacios de sociabilidad,nú- cleos básicos de congregación. Alrededor de los talleres u or ganizaciones y, más efímeramente, en los actos semi-públicos, se reconstituía un "nosotros", un colectivo que había sido des truído por la acción del régimen autoritario. En este sentido, el discurso artístico y los espacios gestados en torno a él, jugaron un rol esencial en la matención de iden tidad para diversos sujetos, que se percibían unidos en la mar ginación. Frente a la desaparición o cuestionamiento de otros signos de identidad — los derivados de la práctica política u otro tipo de prácticas sociales— el arte proveyó un sustrato simbólico de identidad básica. Frente a la inexistencia o destrucción de espacios de congregación que permitían la man tención y fortalecimiento de esas identidades, los espacios ar tísticos brindaron esos puntos de articulación. Esto le otorga a los discursos y prácticas artísticas un ca - rácter muy homogéneo: unidos en la marginación y en la memo - ria, las diferencias entre estratos sociales, ideologías poli ticas, grupos de edades, formas particulares de expresión, se disolvían o se concillaban en un espacio común. Por ejemplo, el público de estos primeros actos culturales era extraordina riamente heterogéneo, al tiempo que coexistían, sin problemas, manifestaciones artísticas con tradiciones expresivas muy diver s a s . Un poco más tarde — sólo un poco más— lo artístico fue ejer cicio primario de expresión para amplios sectores — sin espe cial jóvenes— que no hallaban otro modo de emitir su propio
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