Educación para la TV

ripéelas llamativas de los múltiples protagonistas, etc. A la vez, quizás uno de los elementos más característicos es el sen tido del tiempo, que escapa a toda síntesis y sentido de trans formación. Y que en los modos del relato, se expresa en las consacidas reiteraciones temáticas, y en la lenta evolución dr<a mática de las tramas, en abierto contraste con el valor que ca­ na minuto tiene en la sociedad moderna. Por otra parte;, la puesta en escena y la narración se realizan de manera tal que exitan al espectador a manifestar una respues ta inmediata y mecánica a ios estímulos propuestos en términos emocionales, ya sea a través de la pena, la alegría o del sus - pensó. El espectador se entrega así pasiva y relajadamente a los meca­ nismos del género, en la situación inversa a la que se genera frente a una obra de arte. En esta última, la ambigüedad y co¡n piejidad expresiva de las obras exige una alta concentración y participación sensitiva e intelectual del receptor, poniendo en juego diferentes niveles de la percepción e intelección para in dagar en la proposición de significados. A la vez, su cualidad artística supone un deveiamiento y referencia crítica e inquie­ tante respecto a la realidad que busca re-presentar, proyectán­ dose así a provocar un efecto transformador en el receptor, fru to de su renovada percepción de ésta y de sí mismo. Igualmente, en el plano del contenido nos encontramos ante una interpretación circular y mítica de la realidad. Mítica, porque propone explicaciones Ge contradiaciones y conflictos muy senti­ dos por la sociedad, resol viéndolos sólo en apariencia y afirman do en definitiva el orden establecido desde una visión de mundo tradicional. Para ello, primeramente reduce el plano de la realidad a la di­ mensión amorosa, ya sea a nivel de pareja o de familia, omitíen do la presencia.de las relaciones secundarias e instruméntales propias de ia sociedad industrial capitalista, y en especial la estructura económico-política que ia sustenta.'