Educación para la TV

2.2. Los Programas Musicales y la TV Chilena. Tomando en consideración el carácter del medio, es posible generar un.tipo üe mensaje que integre armónicamente músi­ ca e imagen.;. Sin emoargo, ello requiere de un examen crea tivo de las características del mensaje musical y su ade - cuada traducción en imágenes. Ejemplos de este tipo hay mu chos, casi todos procedentes cíe otros países. La BBC de Lon Gres, por ejemplo, hizo un excelente documental de Los Bea­ tles, donde la imagen comp1ementaba el mensaje musical. Por desgracia, los imperativos de la comercialización no han he cho posiole que dicha modalidad fuera implementada seriamen te en nuestro país. Es por cierto --como lo veíamos para el caso de la radio-- menos costoso copiar esquemas o fórmu las donde se inserte el mensaje musical. E n Chile se exige a la música nacional adecuarse.a una verdadera "camisa .de fuerza" de los formatos importados. Así se ha llegado a im poner a la música folklórica un formato de "gran show m usi­ cal ("Cnile Lindo", TVN) que resulta aosolutamente ajeno a aquella, dando por resultado un níbrido absurdo. La exigeri cia de los formatos excluye de la programación normal de la TV chilena a una serie de manifestaciones que no se adecúan a ellas. 2.3. ¿Puede la TV ser fuente üe promoción de talentos? Algunos programas-concurso, que han proliferaao en los últ.i rnos anos, tienden a ésto ("Cuánto Vale el Show" , "Festival de la Una"). Sin embargo, sería aventurado decir que su ob jetivo es la promoción de la música nacional. Más bien, en ellos se privilegia el aspecto "espectáculo", que adquiere, por momentos, ribetes circenses. No oostante, programas co rno "Cnilenazo" o el mismo "Festival de Viña", han logrado promover a algunos autores. Pero, ¿significó esco una pro­ moción o impulso a ia música nacional? Es evidente que no. En parte, porque ia TV tiende a consumir rápidamente estas figuras: si éstas no sé afianzan en circuitos más permanen­ tes, aparecen en un par de programas y mueren allí. Ello porque la TV, por sí sola, no es capaz de mantener en vi - gencia un nuevo artista o de fomentar realmente la creación musical, ya que, por las razones semióticas que veíamos a n ­ teriormente; es un medio de segundo oraen en cuanto al re­ fuerzo de la creación y emisión musical se refiere: mqs que

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