Teatro Ictus
3. ..Cecilia lee una carta que Ignacio le env iara rec ientemente a .España» momentos en que e l equipo de trabajo esta a punto de quebrarse. CEC IL IA Sé donde estoy. . . Sé lo que me falta. . . Sé lo que tengo, . . Sé lo que me han quitado. . . Sé lo que tengo, •También sé que puedo parecer te un ilu so, o-peor, un agachador de moño . . . Más de alguno ya me lo ha dicho. Pe ro una cosa es a- gachar e l moño y otra, muy distinta, rend irse , Y yo no quiero rend irme ante lo que siento co mo un gran desafro : contribuir a que mi gente mantenga viva la facultad de pensar. . .que na die piense por nosotros. Es la forma que yo en tiendo mi contribución a defender la cultura que no es otra cosa que la facultad que tiene un pueblo para re f lex iona r cr íticamente en torno a su propia realidad. Po r muy poco que se pue da hacer, hay que hacerlo y nadie lo puede ha cer por t i. Lo que nos o f r e c e ahora nuestro país, es distin tos antes, se trataba de volar (te acuerdas de Concepción); hoy sólo puedes intentar usar tus facultades para exp resa r lo qi e ios otros no pueden expresar, para incitar e l pensamiento cuando algunos pretenden e lim ina r lo .N ) es una tarea fácil, Cec ilia . Tampoco es prata. Muchas veces tienes que callarte, hacerte e l desenten dido, ahogar tu rabia y rebeldía, para no f ru s trar e s a tare a.Sería intolerable si uno es tuv ie ra solo. Afortunadamente, ese ya no es mi ca so. He logrado, por fin ,formar un equipo, V e rón ica González, Ana Mar ía Montoya, Jorge Bascuñán, Fernando S ier ra y Martín A lva r e z ,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=