Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
96 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan el discurso, no se transa en la pérdida de privilegios. En este sentido, Aguayo (2009, p 17) distingue el discurso neo patriarcal “si bien son menos tradicionales que la generación anterior y más tolerantes con el trabajo de sus parejas, es posible apreciar un discurso en que ‘obviamente’ las tareas domésticas, de cuidado y crianza son cosas de mujeres. Ellos quieren ser padres im- plicados. Sin embargo, no están abiertos a vivir con equidad doméstica”. Esta visión se relaciona con el estilo de convivencia de semi tensión que plantea Duarte (1999), “dado que se maneja en la ambigüedad entre la aceptación de lo tra- dicional y el rechazo a ella con algunos intentos de alternatividad” (127). En cuanto a los jóvenes entrevistados, la relación con la familia, el medio (los amigos), las mujeres y consigo mismo les enseña a ser un nuevo hombre tradicional, en el que sus acciones siguen estando en la constante tensión entre lo fáctico y lo expreso. Por lo que es muy difícil encontrar una visión alternativa de las relaciones de género patriarcales, si bien se expresa una motivación a separarse de ciertas con- cepciones tradicionales, las acciones de estos actores suponen un arraigo a los privi- legios obtenidos en el sistema patriarcal que no son cuestionados por ellos. Desde aquí ellos elaboran una forma de ser hombre que transita entre estos planos, por un lado hay un discurso que está de acuerdo con las transformaciones en las relaciones de género, no obstante, se generan tensiones al momento de poner en práctica ese discurso alternativo. 2.2. Tensiones y proyecciones sobre ser hombre Es importante analizar cómo los jóvenes entrevistados conciben su identidad mas- culina a través de contradicciones y permanencias en sus discursos y acciones, que dan cuenta de ciertas transformaciones que luchan contra tradiciones arraigadas en nuestra cultura patriarcal. En primer lugar, como se ha mencionado, al referirse sobre qué es ser hombre para ellos, se posicionan desde la proyección, ya que consideran que solamente se logra la hombría plena cuando son adultos. De esta manera, respondiendo a una so- ciedad adultocéntrica, se mantiene la concepción de sus vidas como un constante proceso para lograr la adultez, como puntomáximo en el que se logra completamente la legitimación como hombre y por ende como ser humano. De este modo, los jóve- nes toman lo aprendido en experiencias tanto con su familia como en el Hogar para proyectar su concepción de hombre adulto, momento crucial en su identidad mas- culina, ya que demostrarán a la sociedad que son aptos de pertenecer a este estatus. De este modo, los jóvenes ponen en confrontación lo que se aprende (de la fa- milia, el medio, las mujeres) y lo que se quiere, produciendo tensiones entre el dis-
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