Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

74 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan cios de desenvolvimiento de las juventudes) en la reproducción cultural de los regí- menes hegemónicos de género y de clase. El tercer apartado contiene un desarrollo con mayor detenimiento en las claves del éxito y el reconocimiento como discursos predominantes en la construcción de la masculinidad dominante, y el modo en que éstos se ven reflejados en los imaginarios de futuro que las carreras de ingeniería pue- den proveer a los sujetos entrevistados. El cuarto apartado contiene el desarrollo de un espacio contradictorio de las emociones y el modo en que éstas son expresadas, constreñidas y reflexionadas en los discursos y experiencias cotidianas de jóvenes varones en sus grupos de semejantes. Las estrategias de transformación, de cambios, de permanencias se encuentran presentes a lo largo de todo el artículo y se desarrollan a modo de interrogantes inscritos en el complejo entramado de las construcciones identitarias de género y su vínculo con la juventud y la clase social. 1. Miradas y discursos producidos en relación a las dimensiones de ju- ventud y género. El adultocentrismo ha sido el patrón predominante de nuestra sociedad (Duarte, 2000) y el concepto se refiere a la operación por la cual una etapa de la vida se erige como superior en jerarquía y poder sobre otras tales como la juventud, la niñez o la ancianidad. La hegemonía del adultocentrismo se sustenta en la legitimidad que el conjunto de los actores le dan a este grupo social, fortaleciendo las relaciones de dominación y subordinación que se construyen en torno a las distintas edades y ciclos vitales. En esta forma de categorización, la juventud se identifica como un grupo subordinado, lo que impacta en el modo en que se abordan los fenómenos asociados a los sujetos jóvenes y los contextos donde dichos sujetos se desenvuelven. La preeminencia de sistemas de categorización asimétrica no sólo operan dentro del campo de las edades sino también de otros campos como el género. Al interior de la academia el género ha sido considerado como una de las tantas dimensiones de otros problemas sociológicos tales como la pobreza, la sexualidad, la familia y, en menor medida, la etnia y la estratificación, ésta última una de las áreas donde existe el vacío más grande en relación al tema (Olavarría, 2009). Las identidades masculinas en su versión no marginal (entiéndase heterosexua- les de clases medias altas y altas) no han sido abordadas hoy en día en profundidad, de un lado porque no presentan problemas sociales inmediatos y visibles como la pobreza y, de otro, porque los estudios sobre las clases medias y altas en Chile no han logrado tener un lugar relevante independiente de los estudios de mercado aso- ciados a las posibilidades de consumo creciente y estable de estas dos clases mencio- nadas (pnud, 2010). Aún menos común es el análisis del vínculo entre identidades masculinas no marginales y el período vital denominado juventud.

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