Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

Genealogía del adultocentrismo. La constitución de un Patriarcado Adultocéntrico – 39 “un sistema de dominación que delimita accesos y clausuras a ciertos bienes, a partir de una concepción de tareas de desarrollo que a cada clase de edad le correspon- derían, según la definición de sus posiciones en la estructura social, lo que incide en la calidad de sus despliegues como sujetos y sujetas. Es de dominación ya que se asientan las capacidades y posibilidades de decisión y control social, económico, político y sexual en quienes desempeñan roles que son definidos como inherentes a la adultez y, en el mismo movimiento, los de quienes desempeñan roles definidos como subordinados: niños, niñas, jóvenes, ancianos y ancianas. Este sistema se di- namiza si consideramos la condición de clase, ya que el acceso privilegiado a bienes refuerza para jóvenes de clase alta, la posibilidad de – en contextos adultocéntricos – jugar roles de dominio respecto, por ejemplo, de adultos y adultas de sectores empobrecidos; de forma similar respecto de la condición de género en que varones jóvenes pueden ejercer dominio por dicha atribución patriarcal sobre mujeres adul- tas”. (Duarte, 2012; 9-10) . Este planteamiento original se profundiza a continuación sobre, al menos, tres ejes: 1. Las posibilidades-oportunidades de acceder a los bienes necesarios para resol- ver las diversas necesidades humanas, está condicionado por un conjunto de factores que delimitan dicho acceso e incluso imponen la clausura como impo- sibilidad . El factor principal al que alude esta categoría adultocentrismo, son las concepciones de lo que se espera que cada sujeto ha de realizar como parte de su desarrollo, según unas posiciones en la estructura social orga- nizada en este caso según el ciclo vital. Las construcciones en torno a este ciclo vital delimitan dichas posiciones y los accesos y clausuras, tal como se señaló más arriba. Así se establece que niño, niñas y jóvenes están en una condición de mi- noridad respecto de unos individuos considerados mayores. Estas/os cons- truidos como menores, son posicionados en la búsqueda de acceder a los bienes que aseguren la vida y la sobrevivencia, como sin capacidad de con- trolar esos procesos y más bien como quienes han de ser provistos por otros y otras mayores. Tal como se expuso en la genealogía, de manera histórica- ancestral, en la medida que se fue pasando desde relaciones colaborativas en los primeros agrupamientos humanos, a relaciones de competencia y acu- mulación que originaron dominio y muerte en la defensa de lo acumulado, estos individuos minorizados fueron: ¶¶ relegados y dejados al margen de las decisiones políticas que les involu- craban, las que quedaron en las manos de quienes se autoimpusieron el rol de decisores principales (Lerner, 1986); ¶¶ enajenados de lo que producían o ayudaban a producir con su trabajo,

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