Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
El consumo simbólico en personas jóvenes y su pertenencia a los grupos de status – 295 sos políticos de derecha, son todas cualidades que los y las jóvenes describen percibir de la clase alta y que les lleva a rechazarles. “siento que la imagen que yo tengo de la gente que vive en Las Condes, en La De- hesa... por mucho que yo llegara a tener ese dinero, siento que yo no soy parte de ese grupo. Y además de no serlo, no quiero serlo.” (Sandra, 31 años, doctora © en educación, y profesora de lenguaje). Es una posición un tanto dicotómica, puesto que muchas de las prácticas de la co- tidianidad que ya hemos descrito tienen estrecha relación con discursos que pro- vienen de las clases altas y que se han trasmitido con el paso del tiempo a las clases bajas. Además, los calificativos que mencionan los y las entrevistadas suelen basarse en supuestos, estableciéndose al parecer en estereotipos. Es un temor transversal en los y las jóvenes que les identifiquen con personas de la clase alta. Cuando explican sus motivos, relativizan su deseo de viajar, la modifica- ción consistente de su dieta y sus prácticas más comunes, situando las costumbres de la clase alta en una zona cultural casi caricaturesca, haciendo alusión a yates, visitas al Caribe o a la India por periodos más extensos de tiempo. Podemos observar, por tanto, que existe una gran preocupación por mostrar constantemente ciertos aspectos de sí frente a los otros. Esto se ve afectado por dos mundos que entran en continuo conflicto: el ambiente laboral, de elite cultural, donde se debe hacer muestra ostentosa del consumo estético con fines culturales, y por otro, el mundo popular, familiar y conocido, aquel que les lleva a recordar conti- nuamente de dónde vienen y las estructuras de sentido propias de su núcleo familiar. Es una dinámica de difícil compenetración, puesto que simboliza dos planos diferentes de la vida; podríamos decir el laboral/académico y el familiar/emocional. El conjugar ambos mundos en la escala subjetiva de valores y de afectos se vuelve una tarea intricada y que no siempre se lleva a cabo de manera tan consciente. La identidad como asociación al mundo de la elite cultural o de la proveniencia del mundo popular juega constantemente con los afectos y el consumo simbólico y estético. Se manifiesta en todos los ámbitos de la vida, cada vez que el o la joven tiene que aprender por sus medios cómo relacionarse en una nueva circunstancia, de la que no tiene noción previa, puesto que resulta completamente ajena a las pautas de comportamiento y de significado del hogar familiar. Debates y proyecciones El discurso de las y los jóvenes de primera generación universitaria está lleno de ten- siones que se explican por la diversidad de eventos y coyunturas por las que han
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