Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

292 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan to con la familia, que los hace incluirse de forma momentánea en el estilo de vida popular. Armonizar ambas estrategias puede convertirse en una tarea muy difícil de conseguir. La relación con la familia de origen, y muy particularmente, con los padres ad- quiere tres formas predominantes: el origen y la familia como un obstáculo para el posicionamiento social, los padres como sujetos carentes de un juicio sociocultural adecuado para gobernar su propio porvenir y la familia como representación de un sistema de signos que resulta conocido y al que se ha estado acostumbrado con an- terioridad. En cuanto a la figura de los padres como encarnación de la forma de entender el mundo social, y por tanto, obstáculo para las dinámicas de reposicionamiento social, se refiere a la manera concreta en que el capital familiar heredado trasmite los valores y el sistema de signos del mundo popular a la o el joven. En varios momentos aquellos manifestaron sentir tedio y aburrimiento de los tópicos de conversación de los padres, haciendo hincapié en que las preocupaciones cotidianas de la familia eran meras pequeñeces, propio de personas que no tienen horizontes de desarrollo amplios. El día a día de la familia les parece muy poco interesante y puede llegar a generarles fastidio tener que seguir una conversación con ellos: “Pero si me dice, no sé po’: ‘la vecina nueva tiene dos perros’... No se lo celebro, es como: ‘ya, qué bueno’ [con ironía]. […] O no sé po’, me llama cuando estoy traba- jando y es como: ‘mamá no puedo hablar ahora; te llamo después’ o… no sé po’, de repente me da lata que me pregunte así como: ‘qué hiciste’ y ‘qué hai’ hecho’… [hace un gesto de impaciencia]; ‘¡Nada importante!’” (Laura, 26 años, arquitecta). Este tipo de reacciones trasparenta una cierta lejanía emocional con la figura de los padres, que se basa más que nada en lo social. Los y las jóvenes manifiesta no tener una relación de confidencia con ellos y dejan en claro que sus conversaciones radi- can más en cosas banales que en aspectos de su vida personal, haciendo una marca intencionada del punto hasta el cual dejan a los padres conocer sobre su vida íntima. Las formas de vida de la familia le recuerdan a los y las jóvenes, cómo era su vida antes de la vida laboral, y le rehúyen, pues todos sus esfuerzos han ido en la direc- ción de mantenerse alejado del mundo popular. La relación tediosa con la familia es considerada por tanto un obstáculo en el camino por la distinción social y la reafir- mación de la pertenencia a las clases medias. Por otra parte, la familia –y especialmente la madre–, como personas sin capital cultural ni social, y que por tanto son incapaces de entender a cabalidad las vivencias del mundo de la clase media y todas sus cotidianidades, lleva a los y las jóvenes a no participarles sus proyectos ni sus ambiciones de corto ni mediano plazo:

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=