Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

El consumo simbólico en personas jóvenes y su pertenencia a los grupos de status – 291 La comida y la bebida también se revisten de un carácter simbólico, en cuanto a su consumo personal y la forma de relacionarse con los otros. Según algunos de los entrevistados, “es natural ponerse sibarita” cuando se comienza a trabajar, como una forma de darse un gusto que antes no se podía otorgar. Es una ostentación estética, que manifiesta una proximidad cultural con lo diferente y lo refinado. El desafío que representa leerse desde otra posición social, o al menos, como aspirante a otro estamento sociocultural y económico, no está exento de problemáti- cas que son inherentes a este cambio. Para los y las jóvenes se vuelve difícil gastar di- nero en cosas puntales, como una chaqueta, o en un celular caro, pero sí acceden de buena manera a emplear grandes cantidades de dinero en experiencias, como viajes, noches de entretenimiento, perfumes, o aprender un nuevo idioma. Las personas entrevistadas manifiestan no gastar en objetos necesariamente tangibles para la os- tentación, como podrían hacer las clases más bajas, sino que en vivencias y situacio- nes que generan goce. Los artículos en los que sí se emplean gastos son herramientas de ostentación estética que remiten a experiencias, no necesariamente al objeto en sí. Una vez más, el sentido latente detrás del gasto está dirigido hacia la proyección del yo, al consumo estético que busca con la adquisición hacer uso de las propieda- des del objeto, o en este caso, de la experiencia por la cual se paga: el viaje, el club, la comida refinada, el alimento orgánico. Son eventos, vivencias que hablan de su propietario, o en este caso, de su protagonista y propiciador. 3. La familia de origen y las relaciones ambivalentes En este ámbito existe una importante tensión en el discurso de los y las entrevista- das. Hay una serie de discordancias verbales y conceptuales en distintos momentos del relato, y que tienen vinculación especial con la figura de los padres, por lo que se vuelven aspectos particularmente delicados para los sujetos involucrados en la investigación. Tal como una bisagra, el y la joven se enfrentan a dos formas de vida que distan mucho una de otra; el mundo profesional de clase media por una parte, y el mundo popular y de origen, por otra. En el segundo apartado nos hemos referido a los as- pectos que se relacionan con la cotidianidad que desarrollan las personas de primera generación universitaria, en el contexto de sus ambientes laborales y sus estrategias de vinculación y reafirmación de pertenencia. En esta sección trataremos las com- plejidades que respectan a la relación con la familia y en especial, con los padres. El temor al juicio del otro se vuelve fundamental en este ámbito. El y la joven manifiestan cierta incomodidad en cuanto a la mirada familiar respecto a la nueva forma de vida que llevan, puesto que por una parte están llevando a cabo esfuerzos constantes por asimilarse a un estrato social que le resulta sumamente ajeno a la familia de origen. Por otro lado, las personas jóvenes mantienen relaciones de afec-

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