Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

Representaciones de autoridad en niños, niñas y jóvenes, estudiantes – 279 Desde ese tiempo hasta la fecha, las políticas educativas han generado las condicio- nes para el desarrollo de cientos de proyectos y programas destinados a intervenir y reorientar estas dificultades en el sistema. A la luz de la cita anterior, el avance en la solución de estas problemáticas no parece haber producido condiciones para su- perarlas, y pareciera haber sido restringido a los espacios y contextos inmediatos de intervención, es decir, no han sido transformadas las fuentes de producción de tales problemáticas, a saber, la municipalización y la mercantilización de la educación en el contexto neoliberal. Se entiende en todo caso la dificultad estructural de ello: la política educativa no ha intentado realizar transformaciones que implican cambiar el sistema educativo en una forma que requieretransformar las relaciones sociales en su conjunto. A modo de cierre, podemos señalar que las significaciones y fenómenos descri- tos en esta investigación pueden ser clasificados o comprendidos como consecuen- cias de los siguientes procesos de orden macro: Contradicciones y conflictos derivados de la mercantilización y municipaliza- ción de la educación. Las tensiones producidas por estas contradicciones conllevan a una gestión educativa contradictoria evidenciada en las diferencias entre el dis- curso pedagógico y las prácticas concretas de producción de aprendizajes; la deses- tructuración de los espacios educativos o, más bien la fuerte presencia, en estos, de elementos fortuitos o de improvisación de la práctica pedagógica; y la exclusión de estudiantes experienciada en espacios educativos fragmentarios. Un segundo proceso corresponde a la dinámica de reproducción de las relacio- nes de dominación y subordinación entre clases sociales, la que es retroalimentada y reproducida por los elementos correspondientes a la generación y operación de distintos dispositivos de control que dan lugar no solo a las representaciones de au- toridad anteriormente presentadas sino también a la construcción de la identidad y la consciencia de sí y las formas que adquieren los vínculos con “el otro”, sea este el conjunto de semejantes u otros actores de la comunidad educativa, lo que es acom- pañado y facilitado por la construcción de sentidos fragmentarios y contingentes de la práctica educativa. En este contexto resta decir que el sentido final de las representaciones y dispo- sitivos que hemos presentado es justamente el resultado de este modelo educativo excluyente. La posibilidad de alcanzar un mayor nivel de estructuración de los am- bientes educativos depende de posicionar el aprendizaje de niños y niñas por so- bre las necesidades de administración de los recursos materiales y humanos de cada centro educativo, inversión que, valga la redundancia, requiere invertir-transformar la actual estructura educativa de descentralización administrativa (expresada en la municipalización) y centralización curricular (expresada en el currículum escolar y los sistemas de evaluación de este). Es el currículum el que al parecer debiera estar

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