Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

Jóvenes y cotidianidad: consumo, infracción, ocio y tiempo libre – 259 Así también podemos evidenciar que dentro de esta sociedad capitalista, cada vez más se manifiestan intereses que están vinculados con el uso de bienes de consu- mo, lo que coincide con los planteamientos de Gil Villa, (2004). Las y los jóvenes desarrollan cada vez más dentro de su tiempo libre, intereses dedicados al consumo. Entonces desde allí es necesario obtener objetos y cosas para realizar ciertas activida- des: un computador, una consola de juegos de video, son elementos imprescindibles para las y los jóvenes de hoy. “No, nada es que igual, es que igual, o sea jugaba a la pelota y todo, pero ahora no porque me golpié una rodilla, y no puedo jugar mucho y no puedo correr mucho ni nada de eso, pero ahora no po, escucho música un rato no más, juego en el compu- tador, ahora quiero comprar un play po, para jugar play “jajaja”, voy a comprarme un play”. (Felipe, 18 años, sin hijos, estudiante, no trabaja, Quilicura). En general las y los jóvenes no establecen claras diferencias entre el ocio y el tiempo libre, en algunos casos, al ocio se le otorga una valoración - negativa vinculándolo con el consumo de drogas y/o la infracción de ley; - entendido tal como plantea Gil Villa (2007) como un tiempo libre vacío. Esta experiencia se comprende de esta forma, en momentos de sus vidas en el que intentan dejar el consumo, sin embargo, son apreciaciones que se modifican a través del tiempo vinculadas con los deseos y motivaciones personales. “¡El ocio, cuando consumía po! Cuando necesitaba drogas o un pito, eso es mi tiem- po de ocio, como cuando estaba aburrida”. (Andrea, 17 años, embarazada, estudian- te, no trabaja, Recoleta). “Ocioso ¿Qué es molestoso, una cuestión así?”… “¡Si po! Casi siempre me dicen así, porque no hago nada…”. (Antonio, 19 años, sin hijos, trabajador, no estudia, Recoleta). En relación al tiempo libre, la percepción es que pueden realizar diversas activida- des: domésticas, recreativas, de socialización. Pero en la mayoría de los discursos; las y los jóvenes sienten que mientras más tiempo libre posean, tienenmás posibilidades de pensar en el consumo y abusar de sustancias, lo que para ellas/os no siempre es visto como positivo, ciertamente por el grado de adicción y dificultades de autocon- trol que en general presentan. El tiempo para pensar, se transforma en tiempo para pensar en consumir, se manifiestan molestias físicas y psicológicas que se intentan manejar.

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