Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

Juventudes en movimiento: Construcción de vínculos comunitarios – 245 jóvenes son entendidas por los adultos como actos pasajeros de rebeldía producto de la condición “natural” de la adolescencia (Duarte, 2006), y no como respuestas a un descontento legítimo ante las problemáticas que viven. Asimismo, las propuestas generadas por las juventudes, que escapan a la lógica de participación política im- perante (la participación electoral), son desvaloradas y no tomadas en cuenta por distintos sectores del mundo adulto. Por lo tanto, es de suma importancia reconocer el aporte que los jóvenes reali- zaron en esta experiencia a través de la participación en las tomas de liceos, acción que cuestiona perspectivas adultocentristas que consideran a las juventudes como sujetos pasivos, apolíticos y desinteresados en los asuntos públicos (Alpizar y Bernal, 2003; Torres, 2010). Siguiendo a Muñoz (2010), en el caso que estudiamos podemos ver una clara articulación de horizontes políticos en los estudiantes, faltando así la apertura del campo democrático (principalmente en los mundos adultos), para re- tomar las propuestas construidas por los actores juveniles. Por otra parte, rescatamos la relevancia de que existan espacios y climas eman- cipatorios (Zibechi, 2008) que permitan el despliegue de la creatividad, capacidades y propuestas de las juventudes, como fue el caso de las ocupaciones. A través de un reordenamiento simbólico de sus liceos, las actividades que realizaron fueron distin- tas a los períodos de clases regulares. De lo anterior, nos referimos a la necesidad de espacios de encuentro que remitan a vivencias comunes y a acciones encaminadas a trabajar con y por los otros; trascendiendo así la tendencia actual hacia el individua- lismo. En este sentido, es importante acompañar y potenciar espacios y climas emanci- patorios que permitan el desarrollo de los intereses e inquietudes de las juventudes desde sus propios mundos de vida, ya sea en las ocupaciones que hacen de sus liceos en contextos de movilización, en instancias organizativas al interior de los mismos liceos, en las iniciativas culturales, deportivas, recreativas que realizan en centros culturales o en sus mismas poblaciones. Así, resulta imprescindible reconocer las propuestas que actualmente los actores juveniles despliegan desde sus cotidianida- des. Otro elemento relevante sobre el reordenamiento simbólico de los liceos es que, a decir de los mismos estudiantes, éste constituyó un espacio de libertad donde pudieron decidir y formar opiniones propias, sin sentir la presión de los mundos adultos. Esto nos indica que la más de las veces, desde las disposiciones educativas y formativas propuestas por los adultos, la visión de mundo de las juventudes es condicionada por la visión adultocentrista de la realidad (Duarte, 2000). Aquí, es importante mencionar que el despliegue de la creatividad de los estudiantes fue po- sible en gran medida debido a que los tiempos y espacios estuvieron bajo el control de los actores juveniles; no obstante, son necesarios puntos de encuentro donde las

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=