Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

El futuro es hoy: perspectivas para el análisis de la okupación en chile – 229 de actuar y proyectar un mensaje. No es necesario seguir el camino tradicional, sino que es posible crear rutas propias que se acomoden a los objetivos particulares. El mensaje es atreverse a mirar la realidad desde afuera y construir desde la praxis coti- diana una forma de lucha; no se trata solo de expresarlo públicamente sino de vivirlo. En definitiva, vislumbramos la consolidación de la okupación como centros de resistencia donde se construye una realidad diferente y se visibilizan realidades ocul- tas. La construcción de redes sociales y su consolidación aumentan las posibilidades de sobrevivencia ante la represión y estigmatización de la que son objeto, asumiendo como premisa que el éxito va más allá de la supervivencia de un espacio, sino que radica en la propagación de su ideal político y social. Reflexiones Finales Las formas de organización y de participación juvenil han cambiado la últimas dos décadas, dando paso a la conformación de nuevos tipos de organización que abar- can distintas temáticas que se encuentran más vinculadas con su entorno social y cultural que con las instituciones formales, pues han encontrado en estos espacios colectivos la acogida que la institucionalidad no ha sabido encausar. Este cambio de paradigma se inició en la década de los noventa cuando comenzó a derrumbarse el ideal participativo que suponía la democracia restaurada, dejando atrás las viejas lógicas partidistas para dar paso a nuevas experiencias organizativas. Una de las formas de reunión que adoptaron las agrupaciones juveniles fue en base a la constitución de colectivos, caracterizados por su apertura al entorno, la horizon- talidad como base de la organización interna y la ausencia de líderes reconocibles. El dinamismo de su accionar ha reformado las formas de protesta y de interacción con el Estado obligando a buscar la acción política en otros espacios. “El que muchos de los jóvenes no opten por prácticas y formas de agrupación par- tidistas o institucionales y el hecho de que no parezcan ser portadores de proyectos políticos explícitos, desde una perspectiva tradicional, puede ocultar los nuevos sen- tidos de lo político que configuran redes de comunicación desde donde se procesa y se difunde el mundo social” (Reguillo, 2000, p.138) Las okupaciones y la creación de centros sociales autogestionados son la expresión de la capacidad de colectivos juveniles de transformarse en agentes de cambio, mo- dificando su entorno social, experimentando una forma diferente de vivir y de con- cebir el ejercicio de la política, entendiendo ésta como un ejercicio horizontal que se desarrolla cotidianamente en una constante interacción tanto con la comunidad como con actores constituyentes de otros movimientos.

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