Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
226 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan ba desde los edificios mirando… creo que sería una buena arma. Todas las armas son buenas en este momento” (Emilio, 26 años) 3. Proyecciones de la okupación en Chile Gradualmente ha ido creciendo el número de casas autogestionadas en nuestro país, donde se replica un trabajo de base en el que vinculan a un número creciente de simpatizantes, atraídos tanto por el proyecto libertario como por las actividades que ahí se realizan. Cada casa tiene sus objetivos y por ende adoptará el nivel de apertura que se aco- mode más a sus propósitos, algunos formarán una okupa para vivir, otros optarán por construir centros sociales autogestionados abiertos a la comunidad. Asumiendo la diversidad de formas que engloba la okupación, resulta necesario centrar el análisis en los aspectos que los unen creando una identidad colectiva. Un factor en común es el proyecto libertario que los hace organizarse, vivir y actuar de una manera distinta. La autogestión se transforma en su estandarte y el principio de la acción constante en su motor, todo su quehacer pasa por la aplicación de ambos principios. La acción es su horizonte, es por eso que una de sus fortalezas es el trabajo inter- no. Desde dentro dibujan su realidad y la muestran a su entorno. Desde ahí tejen sus redes y las despliegan. Ese también es su refugio cuando el escenario se vuelve adverso. Su accionar siempre está en el límite de lo permitido, sea en su gestión cotidiana o en el espacio público. El discurso político que subyace a sus acciones los hace pe- ligrosos para sus oponentes porque desarrollan estrategias no convencionales, opo- niéndose al sistema desde todos los frentes: actuando, resistiendo y creando. En la última década los okupas han estado envueltos en innumerables conflictos con las autoridades, la mayoría de ellos traen impreso una cuota de violencia. Se han formulado acusaciones de terrorismo, colocación de artefactos explosivos, violencia excesiva en las protestas, etc. Estas acusaciones traen consigo la represión y persecu- ción por parte de las autoridades con el objetivo de encontrar pruebas, así se suceden los allanamientos a las casas y la estigmatización mediática. La represión policial, manifestada en los allanamientos, quiebra las dinámicas organizativas al interior de las casas, terminando de golpe con el trabajo ahí rea- lizado, lo que ha obligado a buscar nuevos rumbos. Los desalojos desarrollados al amparo de la investigación del Caso Bombas, durante el año 2010 y en los años pos- teriores, obligaron a un repliegue de las okupaciones, lo que ha afectado y estancado algunos avances. “En el último tiempo se ha difuminado lo que era el movimiento social. Antes, ibas a una marcha y veías al cordón anarquista, los comunistas, a los verdes, los rojos,
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