Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
210 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan en ocasiones adquiere la forma de una “misión auto-impuesta”, pues hay quienes hacen una separación entre jóvenes despiertos (ellos) y dormidos (otros); trayendo así a colación, aunque sea implícitamente, un elemento propio de la cultura política clásica como es la distinción entre conscientes y alienados, que originó la idea de vanguardia: “Eso hay que hacer, tenemos que buscar alguna forma de despertar a los jóvenes y decirles, hacerles entender que nosotros tenemos que cambiar las cosas, no que se van a cambiar solas, porque igual está el tema de que los representantes que se tiran a presidente y todo eso, los políticos, son todos adultos, y muy adultos; y no nos sen- timos representados nosotros los jóvenes, sentimos que no nos dan lo que nosotros queremos” (Grupo de discusión de estudiantes de tercero y cuarto medio, Liceo Particular Subvencionado Científico Humanista). Por último, es posible observar jóvenes que en sus representaciones cuestionan la veracidad del extendido discurso acerca del desinterés o la supuesta “apatía juvenil” 5 , pues si bien coinciden en que a los y las jóvenes generalmente no les motiva partici- par en la política institucional, plantean que sí están preocupados por, y sobre todo ocupados en, transformar su sociedad, entendida como el espacio donde conviven cotidianamente. Esta perspectiva culmina en una inversión del sentido de dicho dis- curso, pues consideran que el punto de tope está en que a la elite política no le inte- resa que las personas jóvenes participen en política, y por ende no les brindarían las oportunidades ni los espacios para hacerlo: “Habría que analizar profundamente lo de la política en verdad, porque yo siento que los jóvenes sí estamos ahí con el mundo, sí queremos cambiar cosas, sí quere- mos mejorar nuestra calidad de vida y la calidad de vida de las personas que vienen después, de nuestro hijos y de nuestros nietos; sí pensamos en nuestro futuro, pero de repente no tenemos como la oportunidad de hacer cambios tan profundos como en la parte política y de gobierno” (Grupo de discusión de estudiantes de tercero y cuarto medio, Liceo Particular Subvencionado Científico Humanista). Lo interesante de éste argumento es que sus emisores realizan una revisión crítica de los límites que enmarcan lo que se entiende comúnmente por participación política, y proponen ampliarlos, pues consideran que hacer política no es solamente inscri- 5 Este discurso, bastante extendido durante la década de los noventa, tendía a afirmar la existencia de un desinterés generalizado de los y las jóvenes por la política y las cuestiones colectivas. Actitud que se habría manifestado en su casi nula participación electoral y que incluso hubo quienes vieron como una señal de su integración al sistema y de su conformidad con el status quo vigente.
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