Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
Genealogía del adultocentrismo. La constitución de un Patriarcado Adultocéntrico – 19 social, sino dar cuenta de las diversas fuerzas-relaciones sociales, que se fueron entra- mando para permitir que germinara y se consolidara en la historia el adultocentrismo, así como las maneras en que se ha ido corporizando en los diversos sujetos sociales. En su carácter sistémico, este adultocentrismo forma parte de unas constelacio- nes de fuerzas relacionales que provocan dominio. El pluridominio es característica constitutiva de las sociedades de orden/caos que se estructuran a partir de relaciones legitimadas de subordinación. Determinadas condiciones sociales, políticas, cultura- les e ideológicas permitieron que surgiera este modo de dominio, asentado sobre unos imaginarios de lo mayor y lo menor, la autonomía y la dependencia, la fuerza y la debi- lidad, que hasta el día de hoy se reproducen. Estos imaginarios y fuerzas relacionales se fortalecieron en la medida que se ar- ticularon con otros sistemas de dominio. Por ello, en términos teóricos, en este texto busco justificar los vínculos entre adultocentrismo y el sistema de dominio patriarcal, asumiendo que, en tanto sistema de dominio, este adultocentrismo actúa de manera complementaria con otros sistemas. En este sentido es que la clave histórica resulta vi- tal para la comprensión de la procedencia y emergencia de este sistema adultocéntrico, así como sus condiciones de reproducción contemporánea. En la primera parte de este capítulo, analizo el proceso de transformación de las dinámicas sociales en los primeros agrupamientos humanos en el paso de relaciones simétricas con roles en equivalencia social a un orden excluyente y asimétrico, a partir de los cambios en la participación en los modos de producción, de reproducción se- xual y de decisión política. En la segunda parte, abordo el carácter simbólico que esta revolución patriarcal trajo consigo. En la parte tres del capítulo, analizo los vínculos analíticos que pueden establecerse entre este patriarcado y su extensión : el adultocen- trismo. Finalmente, en el cuarto apartado del capítulo, propongo, en un análisis con- temporáneo, una actualización de la categoría adultocentrismo. 1. De la distribución diferenciada simétrica al orden excluyente asimétrico. Las “hordas”, como agrupaciones nómades, muestran que en las tareas de produc- ción para la sobrevivencia alimenticia, la seguridad del grupo y en las tareas de repro- ducción, se constituye una primera división sexual del trabajo, cuyo origen estaría fundado en las diferencias biológicas entre ambos sexos: “En las sociedades cazadoras y recolectoras, hombres, mujeres y niños de uno y otro sexo participan en la producción y en el consumo de lo que producen. Las relaciones sociales entre ellos tienen carácter inestable, son desestructuradas e involuntarias. No hay necesidad alguna de estructuras de parentesco o de intercambios estructura- dos entre tribus”. (Lerner, 1986; 64)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=