Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan
El Heteropatriarcado, declive o vigencia en los relatos de jóvenes infractores de ley – 171 Otro elemento que aporta la cita anterior y que también se encuentra en pasajes de otras entrevistas, refiere primero a que posterior al periodo de iniciación, existe una mayor conciencia del uso de mac. No obstante, esta conciencia es relativa si se analiza los elementos de género y percepción del riesgo que se coligen de la cita. En la medida que se tiene una relación estable, la responsabilidad de la prevención pasa a la mujer, lo que además implica dejar de utilizar condón y por tanto, preocuparse solo de la posibilidad de embarazo. En consecuencia, se encuentra a la base la creen- cia en que la pareja única es un método de prevención contra las its. Parece ser que los hombres tienen un mayor control del uso o no uso de mac que las mujeres. La Encuesta Nacional de la Juventud, muestran que los hombres señalan que “no me gusta usar condón” con más de dos puntos sobre las mujeres (5.3% respecto de 3,1%). Así también, un estudio de icmer realizado con mujeres jóvenes que acudían a consulta por el uso de anticoncepción, platea que entre las principales barreras para el uso de preservativos se encuentra la disposición negativa de las parejas (Leal, González, Molina, 2011). Así, cualitativamente podemos concluir que el uso de mac aumenta en la me- dida que existe mayor experiencia sexual, por tanto, en la primera experiencia sexual existe mayoritariamente una menor prevención. También se logra identificar, que una vez que se establece una relación estable se deja de usar preservativo y se co- mienza a utilizar píldoras anticonceptivas, trasladando así, la responsabilidad de la prevención a las mujeres. En consecuencia, de lo que interesa protegerse es de un embarazo no planificado más que de its. Por último, al indagar en algunas trayectorias sexuales emergen aspectos asocia- dos con el dinamismo y no constancia que presenta el uso o no uso de métodos pre- ventivos en una misma trayectoria sexual. Utilizar un método de protección en una ocasión, no implica que se instale esta como práctica permanente, más bien lo que asegura que sea un actuar reiterativo es el desarrollo de una conciencia preventiva, lo que implica una educación permanente y un abordaje de lo preventivo, sin desligarlo de lo placentero que puede ser una experiencia sexual segura. 4.2. Prácticas Autoeróticas Las prácticas de carácter autoeróticas, son consideradas generalmente como expe- riencias propias de los procesos de desarrollo sexual infantil, por lo que la madurez y maduración permitirían superar dichas prácticas llegando a presentar una sexuali- dad de carácter genital. Por tanto, la mantención de prácticas autoeróticas más allá de la infancia, es asociada con inmadurez o con una fijación que puede sindicar un trastorno, en la medida que no se externaliza el objeto deseado. En consecuencia, los ‘impulsos’ o deseos de carácter autoerótico son reprimidos dada la genitalización de la sexualidad (Freud, 1992) y eso es considerado “sano”.
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