Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

150 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan de mayor privilegio en la escala de prestigio masculino dentro del grupo de seme- jantes. Una posición, que si bien les permite desarrollar intereses compartidos, por otro lado, les impone límites que van más allá de sí mismos, que dependen en gran parte, del lugar que ocupa cada sujeto dentro de la estructura social de la que se es parte y donde se recrea su marco de referencia, en el cual se precisa su lugar en el mundo. Sin embargo, desde aquí se abren posibilidades de cambio/transformación para recrear vínculos más equitativos entre semejantes de distinto sexo y que en tér- minos de género han desarrollado trayectorias sociales/personales distintas sobre las expectativas de la vivencia sexual y que desean llevar a cabo una práctica que tiene un significativo valor cultural. “Siiii, brígido, por lo que te decía antes, antes uno tenía puros miedos y después es mucho más relajado, es rica la wea, o sea es diferente. Si cambia en 180 grados la visión que uno tiene de la sexualidad antes y después de iniciado”. Juan Car- los, Estudiante Derecho 3er. año, dirigente estudiantil y militante de partido político. Desde la posición social de la masculinidad, es necesario tener presente que esto no significa que todos los varones se encuentren en el mismo nivel para su ejercicio. La posición social, en este caso, supone conflictos entre quienes ocupan una posición próxima en términos de jerarquía, como también con quienes ocupan jerarquías di- ferentes. En este sentido, la masculinidad es un eje que remite a la reflexión en torno a la posición social que hace posible el acceso a diversas formas de privilegios mascu- linos, atribuidos desde el lugar que ocupan los sujetos en su condición de hombres, la que entrega posibilidades de ampliar su capacidad en el ejercicio del poder. Por tal razón, el análisis en torno a la masculinidad no se refiere a una posición fija en una estructura social, sino a las posiciones jerárquicas en distintos espacios de desenvol- vimiento social de los varones. Desde la conformación de vínculos de proximidad y confianza –construidos principalmente desde la marginación de los discursos grupales- se desarrollan dis- cursivas alternativas/simultaneas que permiten a los jóvenes desarrollar miradas al- ternativas para el desarrollo de prácticas sexuales que consideren un ámbito relacio- nal-equitativo. Desde este punto de vista, cualquier resistencia al sistema patriarcal estaría motivado principalmente por la rebeldía y atrevimiento frente a alguna de estas estructuras del poder adultocéntrico -que releva la prohibición como eje de coerción a las prácticas sexuales juveniles- las que se expresan principalmente des- de las relaciones de confianza que hacen posible tensionar los limites patriarcales impuestos en busca de trayectorias compartidas, relacionadas con la equidad en el aprendizaje sobre el placer y el cuerpo. Sin embargo esta tensión, se expresa como

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