Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

“Iniciación sexual masculina” representaciones sociales en la construcción de la hombría – 141 En síntesis, la sexualidad humana “ es el resultado de una forma de clasificación y de ordenamiento cultural, donde los aspectos biológicos y reproductivos de la especie resultan condicionados por el conjunto de normas sociales y pautas culturales que pesan sobre los individuos” (Aravena A., 2006, 5). Es así que en nuestras sociedades existen diversas opiniones en relación a la sexualidad, tratándose de una dimensión personal y a su vez social que involucra aprendizajes, que a través de la cultura se ligan a valo- res, creencias y convicciones relacionadas con las dimensiones del género. 2. Iniciación Sexual Masculina: Aspectos relevantes. En nuestro país, la Sexta Encuesta Nacional de Juventud, da cuenta que tres cuar- tos de la población joven chilena declara estar sexualmente iniciada, es decir el 75,7% 4 , de las y los jóvenes participantes en el estudio explicitan haber tenido/ mantenido prácticas sexuales penetrativas al menos una vez en su vida (injuv, 2010, 260). El resultado en el tramo que va desde los 15 a los 19 años de edad, señaló en un 47,9% haber iniciado este tipo de prácticas, situación que se acre- cienta progresivamente a medida que aumenta la edad de las y los sujetos jóvenes. En el último tramo – que va de los 25 a los 29 –, correspondiente al 95,3%, las y los jóvenes – participantes en el estudio – señalan haber llevado a cabo prácticas sexuales de este tipo. El promedio de edad de iniciación sexual de las y los jóvenes actualmente en Chile, corresponde a 16,7 años. Es posible advertir diferencias por sexo, ya que los hombres inician prácticas sexuales penetrativas más temprana- mente 16,4 años, en comparación con las mujeres 17,1 años (injuv, 261). El mismo estudio distingue diferencias en las edades promedio de iniciación sexual, según segmento socioeconómico. Si bien la información expuesta es relevante como aproximación a las prácticas sexuales juveniles, es necesario indicar que no profundizan en este acontecimiento – desde su desarrollo histórico/cultural- deja fuera las posibilidades de comprensión – reflexiva del fenómeno, dado que éste no resulta un hecho aislado en el proceso de socialización sexual en mundos juveniles. En tal sentido es posible plantear, que la sexualidad está vinculada al poder que la sociedad le otorga, es decir, a la valoración cultural construida en torno a sus representaciones sociales, muchas de las cuales, se vinculan con la búsqueda del placer. Sin embargo en Chile “se aprende y se vive la sexualidad cargada de prejuicios, culpa y desinformación” (Aravena A., 5), sumado a las dificultades entre los distintos actores sociales para establecer acuerdos relativos 4 El universo de este estudio está compuesto por jóvenes, mujeres y hombres, de entre 15 a 29 años, pertenecientes a todos los niveles socioeconómicos, residentes en todas las regiones del país, en zonas urbanas y rurales. Según las proyecciones de población del INE para junio del año 2009, este universo era de 4.208.399 personas.

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