Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

128 – juventudes en chile: miradas de jóvenes que investigan En el plano de los grupos de semejantes, al referirse a los varones con que ellos se relacionan en la infancia, se identifican escasos elementos en común, encontrándose unidos más bien por una imposición tácita dada por un género impuesto que no es reflejo de sus intereses, lo que produce constantes tensiones. Asimismo, es posible ver que los vínculos son mucho más estrechos con niñas, de las cuáles principalmente se rescatan interacciones más centradas en el ámbito emocional y espacios lúdicos que producen mayor satisfacción y tranquilidad. “(respecto a las relaciones con niñas) …como se relacionaban, como estaban más en contacto con sus emociones, como no era terrible el llorar, el mostrarse débil, y que eso para uno es súper cansador cuando uno, como homosexual se relaciona con hombres heterosexuales porque ellos están todo el rato luchando contra esas cosas, ósea ellos no quieren llorar y uno quiere llorar todo el rato, ellos no quieren mostrar sentimientos, ellos no quieren hacerle cariño a nadie, y uno tiene como otras forma de relacionarse, y con las mujeres se daba eso, la forma en que ellas se relacionaban, como compartían los espacios, todo” (Mario) Con el transcurso del tiempo, algunos jóvenes consideran la producción de vínculos más satisfactorios, en tanto hay mayor autonomía y herramientas para relacionarse con personas que pueden escoger; es aquí donde algunos señalan vincularse con personas que comparten intereses e inquietudes similares, teniendo un importante lugar en ese proceso el hecho de estar en una fase de experimentación. Un hito clave que trasciende los distintos espacios analizados es la develación de la no heterosexualidad, consistente en el conjunto de situaciones a través de la que los varones explicitan su posicionamiento sexual. En todos los casos, esta develación generó un quiebre en las vinculaciones familiares, principalmente en términos nega- tivos, repercutiendo especialmente en la figura de mayor cercanía afectiva, es decir, la madre. De esta surge una reacción de profunda negación y dolor, generándose crisis vinculares que posteriormente tienden a resolverse, pero en el momento impli- can fuertes cambios en las dinámicas familiares, sociales y personales de los varones. “Les conté a mis papás casi cumpliendo diecinueve. Como en mi primer año de uni- versidad. Y fue bastante sorprendente en verdad, porque fue como en una discusión que yo lo solté y mi mamá lo tomó pero muy mal, casi como que se le derrumbó el mundo. Fue una actitud súper inesperada en el sentido que ella me decía que de verdad no lo creía, que ella siempre lo negó, que siempre si le preguntaban lo negaba, que ella tenía la certeza de que yo era heterosexual. Y eso le derrumbó un poco el mundo” (Marcelo) En el ámbito escolar la respuesta ante la develación de la no heterosexualidad es más

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