Juventudes en Chile. Miradas de jóvenes que investigan

Construcción de masculinidades en varones jóvenes no heterosexuales – 123 dirigida tanto a los/as otros/as como a sí mismos, teniendo un lugar estructurante en lo masculino y tiene ribetes e impactos que son visibilizados a lo largo de todo el trayecto vital de los sujetos. Existen cuatro tipos de relaciones posibles entre las masculinidades: hegemonía, subordinación, complicidad y marginación (Connel, 1995). La masculinidad hege- mónica no es un tipo de carácter fijo, sino que es aquella masculinidad que ocupa la posición hegemónica en un modelo dado de relaciones de género, siempre disputa- ble. Las masculinidades subordinadas son aquellas que por oposición quedan relega- das a posiciones de menor reconocimiento frente a la hegemonía, siendo un ejemplo evidente de esto las masculinidades homosexuales en oposición a las heterosexuales. La complicidad de las relaciones entre masculinidades está dada por aquellos hombres que si bien no encajan a cabalidad en los cánones hegemónicos de masculinidad, igualmente se ven beneficiados por un “dividendo patriarcal”, constituido por la ga- nancia obtenida de la subordinación de las mujeres, transformándose en cómplices del patriarcado (Op. Cit). Finalmente, el autor señala que al interactuar la masculi- nidad con otras categorías como la raza o la clase, las relaciones de masculinidad se van ampliando, y a la vez se van tejiendo como resultados nuevos dispositivos que van constituyendo identidades marginadas. 1.1. Matriz de la (no) heterosexualidad El género se constituye en una actuación estructurada como táctica de supervivencia dentro de los sistemas obligatorios y cuyos fines son de carácter punitivo; en este sentido “los géneros diferenciados son parte de lo que humaniza a los individuos dentro de la cultura actual” (Butler, 1999, p. 272) mientras que quienes no represen- ten el género que socialmente se les asigna, son castigados/as. Así, el proceso mediante el cual se asume un sexo y los medios discursivos que emplea el poder heteronormativo generan una matriz excluyente en la cual se permi- ten determinadas identificaciones sexuales mientras que otras son excluidas y repu- diadas dando lugar a la producción de una “esfera de seres abyectos, de aquellos que no son sujetos, pero que forman el exterior constitutivo del campo de los sujetos” (Butler, 2005, p.19). Lo fundamental de este campo de lo abyecto es su constitución como zonas que son invivibles e inhabitables en lo social Al referirse a la homosexualidad como dispositivo en la constitución de la iden- tidad masculina, Fuller (2002) sostiene que: “La homosexualidad es uno de los dispositivos más eficientes en la constitución de la identidad masculina porque, al colocar al varón en una posición simbólicamente femenina, constituye la materialización de lo abyecto. De este modo, el contacto

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=