Políticas nacionales de comunicación y cultura

37 En los sistemas educativos, sea la educación por instrucción directa b porr algún medio, muchas veces es difícil convencer a has autoridades que la planificación debe tomar en serio la cultura popular. Los libros de texto y los contenidos del curriculum reproducen la "Alta Cultura" o- los temas clá sicos que tienen muy poca relación con la cultura popular. Para los planificadores de la educación, la cultura popular o la cultura contemporánea es algo superficial y pasajero. "X i r; , r/n.'u orno o Esta actitud se encuentra, por ejemplo, en el rechazo de pro >ir ' ir-'j ■ 4 * * 7 ; ^ puestas para incluir en el curriculum el aprecio y la lectu­ ra critica de la televisión, radio o música popular, aunque estas materias son mucho más importantes en la vida de la i gente que la literatura clásica. 4. Fomento del Arte Popular Entre las Clases Populares Como se mencionó en la reflexión sobre las premisas, en ciertos contextos la experiencia de la creación de la cultu­ ra es más intensa y central: en la experiencia artística o en expresiones a través de los medios de comunicación social. Podemos pensar que es muy difícil "fomentar" la experiencia artística con una "política", porque el arte es algo muy per 1 sonal, espontáneo y con un estilo que siempre está cambiando. ;'í i' r . ' ■' ■ c Pero casi todos los artistas cuentan que el desarrollo de i os' f ¡ sus talentos fue animado por el interés de algunas personas y con el apoyo de la comunidad. En la democratización del arte entre las clases populares, el apoyo de este proceso puede tomar varias formas: a) Promover facilidades para producción y distribución del

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=