Políticas nacionales de comunicación y cultura

20 Gozan de las actividades religiosas como los velorios, pere­ grinaciones, las tradiciones religiosas centradas en la casa y en la familia. Para todo la música es importante, espe­ cialmente para los jovenes, la música rock, en sus fiestas juveniles. En todo esto hay una inmensa creatividad cultural que a ve­ ces se celebra y se mitifica en los medios masivos, espe­ cialmente en la música popular, en la telenovela y en el humor (12). Estos espacios de cultura popular son intere­ santes precisamente porque son espacios que no están tan penetrados por los mitos de la sociedad liberal capitalista con su motivación de superación. Que estos espacios son in completos y no cubren, por ejemplo, el mundo laboral o p o H tico, es cierto. Pero, sin idealizar estos espacios crea­ dos por las clases populares, ofrecen una base solidaria y más comunitaria sin tanta corrupción y cinismo oficial que aflige las esferas empresariales y administrativas y con una sabiduría y un humanismo personal y social muy profundo. En resumen, estos espacios ofrecen una cultura más auténti­ ca y adaptada al contexto del país. Sin embargo, estos es­ pacios no están suficientemente apreciados y apoyados en las esferas de una política cultural. Tal vez este abando­ no sea mejor a veces porque una interferencia oficial puede causar dependencia y una distorsión. Pero al mismo tiempo todo esto es otro ejemplo de la distribución desigual de los recursos de la sociedad. Otra respuesta1a esta situación de motivación hacia la supe­ ración pero con oportunidad limitada es el movimiento y la organización popular para cambiar la situación. En algunos

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