Cultura y recoleccion folklorica

- .55 M e :-rií cuenta también queéhabía gente que me enseñaba un tema, come la señara Carmela filamos,: quien era una señora rica, pudiente, que toca­ ba-arpa y guitarra y qué"me enseñó muchas'cosas. Pero después, cuan­ do llegaba armi casa, me encontraba can que mi tía sabia las mismas cosas, pero las tocaba a su manera, con guitarra traspuesta y me de- cia que le tamboreara, en una canción que yo habia escuchada can pía no. ¿Qué ocurria, qué pasaba Entonces?. Se manifestaba otro factor, el factor socio-económico. Todo esto me ■sirvió para elaborar una ficha que es más o menos como esta que es una ficha,exclusivamente para informantes. En primer lugar el nombre y el apodo porque en el campo generalmente a la gente se la conoce más por el' apodo que por el nombre. Fecha y lugar de nacimiento, que son datos:importantes porque informa sobre cuanta ha vivida la perso­ na. El estado civil también :es importante. I d s lugares en que ha vivida también san importantes. ' El'trabajo estable y también otras labores que realiza. Además de notas. En las notas de las fichas coloca to­ da lo que dicen los informantes, sobre lo que me han entregado a mí y no lo que yo pienso acerca de lo que ellos me dicen. Esto es sólo un esbozo de una ficha de informante. Después comencé a trabajar con esa metodología de fichaje,-'no de in­ vestigación propiamente tal (porque como que el caballo viejo no puede cambiar, sigue igual). Pero me he dado cuenta de que prácticamente todas las fichas de diferentes cientistas son prácticamente lo mismo que nosotros estamos hacienda sin haber conocido ninguna'regla siste­ mática ni nada. 0 sea, nosotros lo hemos hecho en forma absolutamen­ te intuitiva. Creo a que ? todas las personas que se deoían a la re­ colección y que no han estudiado con maestros les ha ocurrido 'lo mis_ mo. PATRICIA CHAUARRIA : En e 1 trabajo de recolección empecé hace ya bas­ tantes años y con una suerte muy grande. La verdad es que en esto del folklore yo comencé a trabajar porquE estaba en un conjunto que prácticamente se disolvió. Quedamos k personas y ño hallábamos^qué hacer. Afortunadamente tuvimos la .'idea de llamar a ona personaéy Gabriel Pizarro fue a trabajar con nosotras tin mes en Concepción?-' Para mí esa fue como descorrer la cortina a una realidad diferente, a un concepto diferente de I d que yD entendía por folklore, que era tocar la guitarra. Ahí comencé a.hacer un trabajo de recolección mu­ sical, muy superficial, por un problema de inmadurez personal, por