Cultura y recoleccion folklorica

campo. Por lo que me ha sucedido en el trabaja en si campo ms atre­ vería a decir que hay culturo folklórica norqus las condiciones so­ ciales, las condiciones económicas han determinada ciertas condicio­ nes culturales, Y cetas csediciones sen que hay algunas personas que tienen acceso a la cultura oficial debido a la estructura social, están los dueños de los medios de producción y están los trabajadores. Esta estratificación social ha hecho que el acceso a la cultura sea distinto pora uno y para otro, Mo torics tienen posibilidad de estu­ diar, El hijo riel campesino tiene menos posibilidad de eso, su educa ción se hace troriieirnal en cuantn tiene que estar sujeto a la forma­ ción que le puede dar su padre. En la escuela no asiste más allá de ás básico, y tiene él que integrarse a esta sociedad ccma un trabaja­ dor más en una situación social que'se mantiene, que trata de mante­ nerse estable, de prolongarse. Se supone que sufrirá transformacio­ nes alguna vez, porque esta situación de tener yo que ser un trabaja­ dor y un ignorante no va a poder sostenerse eternamente. De esta manera nos permitiría explicarnos a nosotros de que en el campo, que en nuestra cultura folklórico se produzcan manifestaciones como las artesanales, que son anacronismos dentro de todas las formas de producción de una nación. Lo normal dentro de las formas de pro­ ducción es la actividad de la industria. Luego, mantenerse haciendo artesanía como medio de subsistencia, es propio de algún tipo de gente que es precisamente la que no tiene acceso a los medios de producción que corresponden a esta etapa ecenómica. De esta manera, también por ejemplo podernos explicar porque hay canto­ res iletradas que recuerdan una gran cantidad de versos. Es muy inte­ resante considerar que esta geste . debida al aumento de población y a que la prnpiedad de lo tierra es o muy pequeña, o no son propietarios de ellas, no punH?n «nSprn^ w* - y Ji"nsn que irse a la ciudad y es así como se han formado en los alrededores de las sunuestas grandes ciuda­ des como Concepción, Valparaíso y Santiago, grandes poblaciones de erni orados, Y esos emigrados tampoco llegan a la ciudad a incorporarse en forma activa a la vida urbana. Siguen eubsistiende de cualquier mane­ ra, al margen de la formación que puede dar la sociedad urbana y conti tuyen sectores marginales que siguen sobreviviendo ahí (en las pobla­ ciones) por neneraciones, Esto sería bueno considerarlo parque yo no me puedo explicar todavía desde un ¡cunto de vista funcional o utilita­ rio, la existencia de un '‘Cuasimodo" en Feñalolén, que se produjo en una población donde no estaban las condiciones de um g^upe agraria. Los huasos que se habían vestido para ccrres el cuasimodo no eran gen te venida del campo, no era la vestimenta q u c usaban corrientemente. Era gentE da la ciudad que de repente tomó su ropa da huaso y se puso

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=