Cultura y recoleccion folklorica

1 INTRODUCCION. La n Itura rural y folklórica, ronglomerado básiro de la formarión rulti .’al global de rada nación, se enruentra en la base de importan­ tes rasgos diferenciadores de nuestro país como entidad cultural. Mós e'n, la cultura folklórica^ entendida en su doble faz de patrimo­ nio y de tradición operante, es- y será un factor fundamental en el d£, sarrollo de procesos de síntesis o integración rultural que van mode­ lando nuestra identidad cultural como nación. En nuestro país ■a 1partir de los'años AO tienp lugar un proceso de va­ loración-y promoción, sostenido y rreriente, de la cultura folklórira en general, y de la música folklórica en particular. Así ocurre en efecto con1:la" latror de recopilación y difusiónn del pa- trimoni- folklórico y estudiar sistemáticamente sus expresiones. Tal labor c ntó con un decidido apoyo estatal, vía universidades prinrin- palmentr , que se concretó en la creación de organismos especializados tales cr no el Instituto de Investigaciones Musicales de la Universidad de Chile y,-más tarde, en la formación de investigadores especializa­ dos en f -s carreras de Antropología y Musicología. Con ello se otorgó reconocimiento oficial y definitivo a esas expre­ siones 1- "gamente postergadas, lo que significó además ampliar condi- derablem te su radio de acción y a potenciar su desarrollo. Esto es p.rop: o dr la concepción pluralista de la extensión cultural que propi_ i-;'iba la política estatal en el período, que acogía y fomentaba el d£ F^rulln r ’ b"ec.o porte del espectro cultural. También ello dió cur­ s: a cueveo prácticas y experiencias que enriquecieron nuestro perfil artísticr -cultural. En‘el ámbito específico de la música folklórica, y aborigen, existen ya varias generaciones de estudiosos que' han-.'ido configurando un cua­ dro más o menos completo 'detesta v.dimensión> :de- 'nuestra cultura. Sin embargo, y a pesar de una relativa continuidad, no ha sido ésta una labor desarrollada siempre orgánicamente y sobre sólidas bases in¿ titucionales. Uno de los problemas historióos, presente en grados va­ riables,1 ha sido y es el del precario nivel de comunicación entre los

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