Cultura y recoleccion folklorica
- 3e> - do Exclusivamente a base del templo de algunas determinadas personas. Aquellas trabajas que han sido patrocinados por algunos entidades co mo universidades, institutos, etc., están barrados. Los que dan vuejL to son los que nosotros sacamos a pulso. Eso es grave. Todos aquí han dicho que Existe revitalización. Un ejemplo de eso. En Miraflores, cerca del río Eangaví, hay una casa muy grande que per tenece a un fundo. Se perdió allí una ceremonia que era la Jruz de Ma yo hace más o menos 2?. años. Y hace 8 años atrás volvió a aparecer por inquietud de la misma gente, la Iglesia también ayudó un poco. Lo último que quiero decir os que me di cuenta de que han dicho algo sobre lo trasculturización campesina en la ciudad. Hay cultura folkló rico en el campo y cultura folklórica en la ciudad, pero existe otra que es la cultura campesina viviente en la ciudad. Yo vivo en Puda- huel, comuna que tiene un porcentaje altísima de emigrantes campesinos y mis vivencias con ellos han sida excelentes. Casi todos vivían en la zona de los Angeles. Durante 10 años he trabajada en la comuna de Pudahuel y tan solo con una informante ya llevo 5 anos trabajando y que de cosas me ha enseñado. He tenido la oportunidad, gracias a la ayuda del cineasta Ignacio Aliaga, de filmar toda su vida, pero en Pudahuel. Digo esto parque nadie ha hecho una referencia a esta gente que viene de los Angeles, algunos de Ualparaíso, otros del Norte y Ahí me he encontrado con cosas bien interesantes, como manifestaciones que ellos las mantienen pero que no las viven socialmente porque están a pretados culturalmente. El medio no les permite su manifestación. don la Sra. de Los Angeles, doña Margarita Acuña me ocurrió eso. La conocí por una c-incidcrcir. Supe que tocaba guitarra, le presté la guitarra mía y me la traspuso. Lo más elemental para ella era el romance. De ahí partí para adelante, con danzas y cantos, danzas ant_i guas, y esto nadie lo conocía, nadie sabía que esta señora tacaba la guitarra, conversé con este cineasta, hicimos el trabaja, estuvimos 3 fines de semana trabajando con ella, revolucionamos todo el barrio, y ahí nos dimos cuenta que sus vecinas de 8 años no la conocían. Eran amigos de saluda solamente, algunas un poca más íntimos, pero ninguna sabía que tacaba la guitarra. Pero ahí afloró la Margarita Acuña que vivía en Los Angeles y bailó cueca con sus vecinos, abrió toda su casa y se puso a cantar a voz en cuello en el patio, para que todos la vie ran, sin inhibición alguna» Jon esto quiero decir que hay estos tran£ plantes, están estas personas transplantadas en las comunas periféricas. Todo lo demás está dicho. No hay nada más que decir pienso. Lo último: aquel que reconoce los valores puede rescatarlos.
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