Transformaciones en la estructura de la T.V. chilena

3 1 mana, pero también los comportamientos cotidianos y v a l o ­ raciones sociales. Lo cultural sería entonces, todo el entorno material, social y simbólico que la sociedad c o n ­ cretamente y conflictivamente va construyendo. En este sentido, la cultura se vuelve sensible a la elaboración que ocurre en el presente; a toda manifestación, por h u ­ milde que pueda aparecer ante los ojos de la Alta C u lt u­ ra; y a las conductas sociales. La cultura, así entendí da, abarca la vida cotidiana, con sus objetos , espacios, valores, usos, relaciones, herencia social, actitudes a n ­ te el porvenir, etc. ■Lo que más interesa destacar es que estas dos concepciones de cultura tienen consecuencias muy diversas al ser relacionadas en la T V . Para la cultura-arte se'trata de crear franjas, es pacios o canales televisivos en los cuales se transmitirían las emisiones con grandes productos culturales. Este tipo de emi­ siones parece ser^ siempre deseable pues efectivamente pone a disposición del público, con una masividad difícilmente logra- ble por otros medios, obras que son patrimonio y herencia de la humanidad. El problema es mas bien cuánto tiempo destinar a estas emisiones y con qué frecuencia se deberían programar. Según datos de UNESCO, la TV de servicio público y privada o­ frece en 7 países un promedio de 17,7% de emisiones cultura - les ( incluyendo 2 cadenas educativas, excluidas en las ci - fras de los cuadros anteriores) (53); sin embargo, la recep­ ción efectiva, es decir, el tiempo que realmente dedica el te lespectador a tales programas ofrecidos, es en promedio un - S ,9% del tiempo pasado ante el televisor. La oferta de progra mas culturales es mayor que su recepción efectiva, en todos los casos estudiados. Al estudiarse acaso mejoraría la audien cia efectiva si s e .programase esos espacios culturales en horas de mayor audiencia potencial, las conclusiones son negativas! la débil sintonía de las emisiones culturales no puede ser im putada únicamente, ni siquiera principalmente, a una programa­ ción de sfavorable... Difundir a horas de mejor audiencia poten cial las emisiones, sin modificarlas, no as'&guraría más que Li­ na difusión cultural débilmente superior1 (59) . Ante esta reali­ dad, algunas estaciones practican un "voluntarismo cultural", (58) UNESCO,"Trois Semaines", op. cit. pag. 16. De los 7 países el menor porcentaje de a­ misión corresponde a Canadá (9,2%) y el mayor a Bulgaria (24,5%). (59) UNESCO, ibidem, páq. 38.

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