Ciudadanías para la democracia

10 parecen ser centrales (aun con los límites de una sociedad esclavista, excluyente y desigual) (Heater, 2012) . Con el paso de la sociedad feudal a la modernidad se descubre el individuo como base de la realidad socio-histórica, dejando de lado, la teología y su estructura como orden de todo y referencia del poder absoluto. Así, la configuración de los Estados Modernos va a requerir de la aceptación de derechos para crecientes sectores diferenciados de la sociedad. En ese sentido, una ciudadanía sin derechos no es concebible, y ¿cómo es que llegan a constituirse en derechos? Tilly (2004) nos señala que estos son productos históricos y “existen cuando una parte puede exigir con efectividad que otra entregue bienes, servicios o protección, y terceras partes actúan para reforzar (o al menos no dificultar) dicha entrega. Tales titularidades se convierten en derechos de la ciudadanía cuando el objeto de la solicitud es un Estado o sus agentes y el solicitante exitoso califica por su simple membresía en una amplia categoría de personas sujetas a la jurisdicción del Estado”. (Tilly; 2004: 3). Para él es claro, que estos han surgido a lo largo de la historia como resultado de la resistencia y de la lucha de integrantes de la población, relativamente organizados. Estos derechos expresan, entonces, el resultado de estas luchas por aparecer y garantizar la realización de sus demandas en un entramado normativo y orden institucional de la sociedad. La ciudadanía, es un concepto –siguiendo a Kymlicka “que parece integrar exigencias de justicia y de pertenencia comunitaria (…) está íntimamente ligado, por un lado, a la idea de derechos individuales y, por el otro, a la noción de vínculo con una comunidad particular (…) el vigor y la estabilidad de una democracia moderna no dependen solamente de la justicia de su “estructura básica” sino también de las cualidades y actitudes de sus ciudadanos” (Kymlicka, 1997:2). En ese sentido, derechos y responsabilidad constituyen una unidad, cuando se habla de ciudadanía. Sin embargo, en la actualidad es común hablar de Derechos civiles, políticos, económicos y sociales para analizar la sociedad contemporánea y las brechas de desarrollo que los países tienen respecto de un cierto umbral 2 . La preocupación por esta temática no es de larga data, pues su formulación teórica es del siglo XX, y 2 Ejemplo de ello son las mediciones realizadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, encargada de realizar el Índice de Desarrollo Humano.

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