Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano

63 capital, favorecerá a las economías relegadas, al inducir una traslación de fondos desde los países con altas dotaciones de capital hacia las economías subdesarrolladas. Pero si esa tendencia fuera tan dominante ya habría irrumpido en el pasado. La existencia de un mercado mundial no es una novedad del siglo XX. Arrastra varias centurias de experiencias que nunca derivaron en equilibrios de la acumulación. Teorías de la convergencia El desenvolvimiento capitalista no está regulado por sencillos movimientos de capitales excedentes hacia los países empobrecidos. Es pura ensoñación suponer que las empresas transfieren espontáneamente fondos de Suiza hacia El Congo o de Alemania hacia Ceylán, en escenarios de capitales sobrantes en un polo y faltantes en el otro. El sistema se reproduce siguiendo otros patrones de rentabilidad determinados por múltiples factores. La localización del capital es definida por los costos, los mercados y las expectativas en el comportamiento de las monedas, las tarifas o los salarios. La fantasía globalista supone que esa compleja estructura histórica del capitalismo ha quedado abruptamente disuelta por el afianzamiento de idearios neoclásicos. Transforman esos imaginarios en realidades normativas que nadie logra corroborar 58 . Es cierto que la liquidez global fluye con más rapidez e intensidad que en el pasado, pero de la mano de empresas transnacionales que relocalizan su producción en ciertas regiones ya enlazadas con el capital global. Solo en esas condiciones usufructúan de la baratura, el adiestramiento o el sometimiento de la fuerza de trabajo. Pero tampoco esos movimientos equiparan los acervos nacionales de capital. Generan fracturas y polarizaciones que segmentan al capitalismo en un nuevo orden de perdedores y ganadores, con centros, semiperiferias y periferias. El esquema de las ventajas comparativas desconoce la existencia de obstáculos elementales al logro de equilibrios mundiales. Ignora la nueva secuencia de polaridades que caracteriza a cualquier reorganización del mercado global. Un hipotético curso de aproximación de África subsahariana con Europa del Norte o de Centroamérica con Estados Unidos, generaría fracturas de mayor alcance que las brechas a reducir. Estos desniveles serían propios de la acumulación y obstruirían los empalmes que imagina la teoría neoclásica. El librecambismo neoliberal promueve políticas reaccionarias con supuestos banales. Reivindica la desigualdad social, celebra la mercantilización de la acción humana, glorifica el consumismo e incentiva un ejercicio despiadado de la competencia individualista. 58 Ver: Lipietz, Alain. “Pour un protectionnisme universaliste”, fevrier 2013, lipietz.net

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