Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
55 de la economía quedó reducida a una indagación de relaciones funcionales entre variables inexplicadas 46 . La ideología neoliberal incentivó esa fascinación con la formalización y el tratamiento de la economía como un sistema mecánico, sujeto a los ajustes aconsejados por los técnicos neoclásicos. Toda la tradición latinoamericana, de estudios histórico sociales, quedó sepultada por el aluvión de especialistas llegados desde Washington y Chicago. El análisis de las contradicciones, desequilibrios o límites de la economía latinoamericana fue reemplazado por espejismos tecnocráticos. En este clima se gestó la segunda fase neoliberal. Se afirmó que el saneamiento del escenario macroeconómico regional ya permitía abrir las compuertas de la eficiencia, desmantelando empresas estatales y eliminando protecciones arancelarias. A partir de ese momento, cobró más relevancia la vertiente austríaca de la teoría neoclásica. Las supersticiones en la mano invisible fueron complementadas con propuestas de darwinismo social competitivo. Se incentivó el remate de las propiedades del Estado y la apertura masiva a las importaciones. Con el pretexto de restaurar patrones de riesgo, esfuerzo y productividad, se propició la reducción de los ingresos populares y el aumento de la desigualdad. El establishment transformó estos principios en un libreto de toda la sociedad. El mismo relato fue expuesto por los gobernantes, transmitido en las escuelas, enaltecido en las universidades y popularizado por los medios de comunicación. La organización ultraliberal Mont Pelerin Society y sus centros de estudios de la libertad (CDEL) introdujeron muchas ideas para esta contrarreforma. Crisis y fracasos Al comienzo del nuevo siglo irrumpió la crisis del neoliberalismo latinoamericano. Los desequilibrios generados por ese modelo salieron a flote en toda la región, junto a la creciente primacía del sector exportador en desmedro del desenvolvimiento interno. Aumentó la heterogeneidad estructural de la economía y se concentraron las actividades más rentables en un puñado de empresas. La capacidad del Estado para priorizar las decisiones de inversión quedó muy debilitada 47 . Las dos etapas neoliberales de ajuste y apertura no solo deterioraron los ingresos populares, también provocaron la desintegración de la vieja industria local gestada durante la sustitución de importaciones. Se acentuó la vulnerabilidad de todas las economías ante la descontrolada afluencia o salida 46 Ver: Olivera, Margarita. “Las teorías del desarrollo desde la posguerra al nuevo milenio”, en Globalización, dependencia y crisis económica , FIM, Málaga, 2010, (pp 26-27). 47 Ver: Vidal, Gregorio; Guillen, Arturo. “La necesidad de construir el desarrollo en América Latina”, Repensar la teoría del desarrollo en un contexto de globalización. CLACSO, 2007, Buenos Aires.
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