Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
40 hicieron fueron mal hechas 29 . En segundo lugar, los defensores del neoliberalismo descubrieron que los mercados tienen fallas, no externas, en función de la propia decisión racional de los agentes económicos 30 . Y esto requiere que el Estado ayude al mercado a funcionar mejor. No se trata de ir contra el neoliberalismo, sino de precisar que el Estado debe definir las reglas del funcionamiento del mercado; actuar de forma correcta, clara y consistente, para que los agentes económicos decidan y formulen expectativas sobre el futuro, sin los ruidos normalmente provocados por las “fallas del Estado”. No trataremos con más profundidad estos argumentos, pues nos interesa discutir las alternativas al neoliberalismo. La primera y obvia alternativa al neoliberalismo sería modificar la composición de la forma de apropiación de la plusvalía producida de forma expandida. Con el descuento de la parte que se va por los distintos mecanismos de transferencia del valor, las economías de la región no crecieron porque las tasas de interés superaban las tasas de ganancia, haciendo que la apropiación fuera en su mayor parte únicamente financiera. Así, reducir las tasas de interés, a niveles por debajo de las tasas de ganancia, incentivaría al capital a apropiarse de la plusvalía de una forma que garantizaría la reproducción del mismo de forma ampliada, generando una acumulación virtuosa, con una dinámica de crecimiento sostenido. Esto define lo que se pasó a denominar estrategia neodesarrollista 31 y que constituye una falsa alternativa al neoliberalismo. El neodesarrollismo es presentado como una alternativa, pero él mismo no se define en el nivel de abstracción en que se conforma el neoliberalismo. En cuanto a las reformas estructurales a favor de la mercantilización de la sociedad, lo máximo que se dice es que el costo de revertir las reformas puede ser mayor que el beneficio y –en una lógica típicamente utilitarista del economicismo– no es racional revertirlas. Por tanto, hay que convivir con los costos sociales de las reformas, ya que las políticas sociales se encargarían de minimizar estos problemas, según ellos, en el corto plazo. En este punto específico se plantea que acá habría una diferencia con el neoliberalismo, como si este excluyera cualquier tipo de política social. Al revés, la política social defendida por el neodesarrollismo (compensatoria, focalizada, temporaria, con base en la capacitación de los individuos y el 29 Lo que también nos remite a un argumento antiguo. Nosotros, los “bárbaros”, no sabemos cómo comportarnos de manera civilizada. En este caso, no sabemos cómo se hace la política económica correcta. Tenemos una especie de propensión al populismo. Tal vez, según ellos, estudiar afuera, en sus universidades nos ayude a conocer la verdad. Como siempre, quieren evangelizarnos. Debe decirse que muchos de nuestros coterráneos creyeron en este cuento, hasta los días de hoy. 30 Esto define la agenda de la macroeconomía nuevo-keynesiana. Algunos intentan presentarla como distinta del neoliberalismo, pero no es más que una rectificación dentro de la estrategia, nunca rechazando-la. El más conocido de los economistas en esta agenda es Joseph Stiglitz. 31 Evidentemente que el neodesarrollismo no se presenta con este “lenguaje” marxista. Así lo presentamos para que se compare más fácilmente con lo que fue tratado anteriormente. Sobre el neodesarrollismo, Katz (2016) y Castelo (2010) son excelentes referencias.
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