Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano

29 del neoliberalismo, sino que se plantea como una propuesta de desarrollo alternativo, donde el mercado no es el ente regulador de todo, ni las instituciones son meras garantes de la propiedad privada. Sin embargo, otros analistas dan cuenta de los puntos de comunicación entre neodesarrollismo y neoliberalismo. Para el caso chileno, algunos tienden a interpretar a los gobiernos, posteriores a la salida pactada de la dictadura cívico-militar de la Concertación, como aquellos que asumen el modelo republicano y socialdemócrata, que los distancia del neoliberalismo de la dictadura, aún con cierta continuidad y sintonía ideológico-política, tanto en los gobiernos de la Concertación como los de la derecha chilena. Estos posicionamientos nos muestran un campo problemático, donde los límites y fronteras entre uno y otro modelo de “desarrollo”, al menos en el plano discursivo e ideológico, parecen no estar del todo claros, por lo tanto, es importante indagar. El recetario neoliberal pareciera penetrar y/o convivir con los derroteros particulares de cada país, en línea con sus arreglos sociopolíticos internos. Por lo tanto, es pertinente preguntarse ¿es posible sostener que, tanto el neodesarrollismo como el neoliberalismo, responden a matrices ideológicas distintas? ¿Se traducen en modelos de sociedad diferentes? Las conclusiones avanzan en identificar los aspectos en que ambos países y sus respectivos gobiernos convergen. La segunda parte abre con el artículo de la trabajadora social Elaine Behring, titulado "Política Social y Ajuste fiscal en el Brasil de la democratización: la persistencia de la contrarreforma neoliberal", tiene por hipótesis central que hubo en Brasil, durante los gobiernos del partido de los trabajadores y en medio de las oscilaciones polìticas y de gestión macroeconómica -que tienen que ver con las coaliciones de clase y poder que se forjaron desde la redemocratización del país, bien como con la vulnerabilidad externa y posición también de este en la economía mundial- una fuerte persistencia del neoliberalismo y de sus políticas económicas de ajuste fiscal, y que se vincula de forma directa y nocivamente a la polìtica social. Para la autora, es desde el Estado que se inducen los cambios en esta orientación, negando la posibilidad de deducir que el paìs se adentró durante estos gobiernos, en un postneoliberalismo o un ambiente reformista, aun débil. Así, las tesis del neodesarrollismo y de la nueva clase media fueron mitos brasileros que cimentaron ideológicamente la hegemonía del proyecto neoliberal, favoreciendo en especial el agronegocio y el capital portador de intereses. El segundo artículo se titula “Poder Estructural del capital y la contemporánea desfiguración de la política social brasileña” de la trabajadora social Potyara Pereira. Aquí ella realiza un análisis del poder del capital y sus dinámicas internas, luego describe cinco campos de influencia del capital: 1) Control sobre la inversión, 2) liberalización y desregulación de flujos de capital, 3) control sobre la explotación de la fuerza de trabajo, 4) dependencia estatal de recursos fiscales y 5) control ideológico; para finalizar realizando una caracterización de este poder asociado a la acción de sujetos capitalistas particulares y su influencia sobre los rumbos de la política social en Brasil,

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