Neoliberalismo, neodesarrollismo y socialismo bolivariano
274 también necesario de considerar que en Chile algunos factores de protección como los previsionales o los sistemas de salud se encuentran modelados por definiciones mercantiles y por la privatización de los derechos sociales. Este hecho no es menor, ya que también desafía los cánones tradicionales de entender la protección y el aseguramiento social, haciéndonos cuestionar los alcances y límites de la protección ante la profundidad de los alcances de las políticas neoliberales en la precarización de las relaciones sociales. Por otra parte, podemos relevar las distinciones ocupacionales que se pueden constar en los resultados. Tal como hemos descrito anteriormente, los trabajadores de mayores calificaciones encuentran regularmente niveles de mayor protección y seguridad, lo cual los localiza en el grupo de los protegidos ( clúster 1). Sin embargo, es de considerar que esta situación no es parte de una norma absoluta, sino que más bien, supone la presencia de trabajadores calificados vinculados con alguna de las dimensiones de la precariedad del trabajo. Este hecho implica considerar a las ocupaciones como prácticas sujetas a una heterogeneidad de manifestaciones en el trabajo, lo cual vuelve las variables ocupacionales volátiles para entender la cohesión, fragmentación o complejización de una clase social. Con respecto a los grupos identificados, se constata que los precarios independientes ( clúster 2) se caracterizan por la dimensión de insuficiencia, donde se registran los rangos de ingresos de menor tamaño, mientras que la presencia o falta de seguridad se ve reflejada en que casi un 50% de los trabajadores de este grupo presenta la falta de cotizaciones previsionales y la pertenencia de un sistema de salud se concentra en FONASA A. Estos rasgos se suman a la alta presencia del sector comercio (1 de cada 3 pertenece a este grupo), del servicio doméstico, el sector industrial y del sector agrícola. Finalmente, se destaca por jornadas menores a las 44 horas, donde se asume una cronopeidad de baja intensidad y de control del proceso de trabajo. Los trabajadores en una precariedad subordinada ( clúster 3) son, en su mayoría, trabajadores del sector privado y se caracterizan por su insuficiencia. Al contrario del caso de los precarios independientes, esta insuficiencia va acompañada de una alta cronopeidad, con jornadas que van más allá de las 45 horas semanales. La subordinación les provee de una significativa seguridad y estabilidad, lo cual se grafica en el gran porcentaje de contratos indefinidos que los encadenan a cotizaciones obligatorias en el sistema de pensiones (AFP) y al sistema de salud pública en las categorías B y C. Como hemos considerado en este trabajo, la importancia de las variables de ocupación obliga a advertir que ésta no es un sinónimo de clase. Por tanto, no podemos dar cuenta a la precariedad como un fenómeno transclasista en la sociedad chilena. Más bien, los resultados obtenidos en este trabajo señalan una clara fragmentación al interior de cada ocupación, lo cual creemos debe ser estudiado desde con un concepto y un marco teórico que
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